Las grandes empresas renegocian a la baja el alquiler de sus oficinas

El estancamiento económico y el exceso de oferta de oficinas en alquiler ha provocado un bajón de los precios en las principales capitales españolas. En Madrid, la caída media de octubre de 1991 a octubre de 1992 ronda el 20%. Ese descenso es algo menor en Barcelona (sobre el 10%), si bien los expertos coinciden en que será mayor en cuanto salga al mercado la oferta proviniente de la inversiones inmobiliarias efectuadas a la sombra de los Juegos Olímpicos. Muchas grandes empresas han aprovechado este panorama y han renegociado a la baja el precio que pagan por sus oficinas y locales comerciales.

Como en su día sucedió en Estados Unidos o en el Reino Unido, la crisis está teniendo ahora su reflejo sobre el mercado de alquileres de oficinas. Durante los años del boom, las Inmobiliarias y muchas empresas de otros sectores invirtieron fuertes cantidades de dinero -gran parte de sus beneficios no distribuibles en la construcción o compra de edificios de oficinas en las mayores capitales españolas.El fuerte crecimiento económico del quinquenio 1986-91 hacía prever un rápido desarrollo de ese mercado y, además, el incremento de la demanda en ciudades como Madrid y Barcelona disparó los precios por encima de las 5.000 pesetas por metro cuadrado en algunas zonas de estas ciudades. Además, los gobiernos autonómicos y locales se lanzaron a la promoción de parques industriales con gran oferta de oficinas en alquiler, cuyas construcciones han ido concluyendo en los últimos meses.

La mayor oferta de oficinas, unida a la desaceleración del crecimiento económico y las pésimas perspectivas a corto y medio plazo, ha llevado a que los precios se hayan desplomado desde principios de 1992, aunque con mayor estrépito durante los últimos tres meses.

Los datos que manejan expertos del sector como Jones Lang Wooton o Aguirre Newman apuntan a que esa caída alcanza una media del 20% en Madrid y del 10% en Barcelona si se comparan los precios de octubre de 1992 con los de octubre de 1991. Y la tendencia es que sigan bajando. En la capital, el millón de metros cuadrados que hay en el mercado en busca de inquilino son una garantía en ese sentido.

En Barcelona, las perspectivas de rebaja de precios son, incluso, más fuertes y a más corto plazo. La entrada masiva en el mercado del conjunto de proyectos que nacieron al abrigo de lo Juegos Olímpicos va a provocar en opinión de los analistas, un descenso aún mayor. Esta caída de los precios no afecta solamente a los nuevos contratos de alquiler de oficinas y locales comerciales, sino también a muchos antiguos inquilinos, que han forzado al propietario una revisión a la baja de sus mensualidades.

Torre Picasso

Solamente en Madrid, grandes compañías instaladas en Torre Picasso -propiedad de la empresa Portland Valderribas- han negociado una rebaja en su factura mensual de 5.000 pesetas por metro cuadrado a 3.500. A escasos 50 metros, otro de los emblemáticos edificios de oficinas de la nueva city madrileña Torre Europa, ha registrado también rebajas en los alquileres de 5.200 a 3.700 pesetas por metro cuadrado. Y en la calle de Serrano, los precios han caído de 4.500 a menos de 3.000.Otros inquilinos han optado al menos en Madrid, por abandonar el centro de la ciudad y dirigirse a los grandes parques empresariales de las afueras. En ese viaje se han ahorrado, aproximadamente, unas 2.000 pesetas por metro cuadrado y mes.Los analistas inmobiliarios introducen, sin embargo, un importante razonamiento dentro de este sombrío análisis. Calculan que el descenso de los precios no supone en sí una recesión del sector, sino, más bien, una vuelta a la normalidad. "Durante estos últimos años se han estado pagando precios demasiado elevados para el producto que se ofrecía", señalan.

Algunos expertos van aún más allá. Coinciden en recalcar que muchos de los grandes proyectos de construcción de oficinas en Madrid, Barcelona y otras grandes ciudades españolas quedarán en suspenso. La reciente suspensión de pagos de la empresa promotora del hotel Las Arts de Barcelona, uno de los proyectos inmobiliarios señeros de los Juegos Olímpicos, puede ser tan sólo el principio. No obstante, el proyecto sobre el que más interrogantes existen es el de Puerta Europa, las famosas torres inclinadas en la salida norte de Madrid. En este caso, a la crisis inmobiliaria se suma la de su principal accionista, KIO.