Croatas y musulmanes acusan a Serbia de seguir utilizando aviones para bombardear Bosnia
Radio Sarajevo y la agencia croata Hina aseguraron ayer que dos aviones de combate serbios bombardearon en la mañana del sábado la ciudad de Gradacac y sobrevolaron otras ciudades de Bosnia, violando así la zona de exclusión aérea dictada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el pasado viernes, que prohibe el sobrevuelo del área en conflicto. La acusación fue tajantemente desmentida por el comando de las fuerzas serbias en Bosnia. El supuesto ataque se produjo a las nueve de la mañana en el centro de la ciudad de Gradacac y en el barrio de Mionica, y causó 19 muertos, según Radio Sarajevo.
Fuentes de la Fuerza de Protección de las Naciones Unidas desplegada en la antigua Yugoslavia (Unprofor) aseguraron ayer que no tenían medios para confirmar o desmentir si los serbios de Bosnia habían violado la resolución de Naciones Unidas. Según Unprofor, sus fuerzas no disponen de observadores en Gradacac, en el norte de Bosnia, ya que sus efectivos se encuentran desplegados únicamente en Bihac, al oeste, y en Sarajevo.El mando de las fuerzas de la autoproclamada República Serbla de Bosnia señaló ayer que sus efectivos no poseen los aviones tipo Mig-29. Sin embargo, la radio bosnia precisó que "tras un fuerte bombardeo artillero durante la noche, aviones Mig-21 atacaron la ciudad a las nueve de la mañana. El centro de la ciudad volvió a sufrir incendios". Uno de los aparatos, según Radio Sarajevo, fue derribado.
En su resolución del pasado viernes, 14 miembros del Consejo de Seguridad -China se abstuvo- aprobaron crear una zona de exclusión de vuelo en Bosnia-Herzegovina que prohíbe el vuelo de cualquier aparato sobre la zona en conflicto, salvo los de Naciones Unidas y los empleados en la ayuda humanitaria. La resolución 781, discutida a propuesta de Francia, el Reino Unido y Estados Unidos, pretendía ser meramente disuasoria y deja para una posterior discusión la amenaza de derribar los aparatos que violen el espacio aéreo de la antigua república yugoslava.
Resolución "superflua"
El objetivo de la última resolución de la ONU fue parar los bombardeos serbios en los diferentes frentes, ya que sólo las tropas serbias poseen aviones, abandonados por el Ejército federal yugoslavo tras su retirada. El líder de los serbios de Bosnia, Radovan Karadzic, criticó ayer la resolución del Consejo de Seguridad, a la que calificó de "supeflua". Karadzic aseguró que sus fuerzas habían decidido previamente suspender los vuelos sobre Bosnia con la condición de que los musulmanes no "pasaran a la ofensiva".
Karadzic reconoció ayer que el acuerdo para un cese de los combates entre los croatas y los serbios de Bosnia no había sido firmado. El líder serbio de Bosnia es partidario de un reparto de la antigua república yugoslava entre Croacia y Serbia, a costa de los musulmanes, mayoritarios en el territorio.
En vísperas de la resolución de la ONU, Milan Panic, el primer ministro yugoslavo, aseguró que apoyaba la resolución e invitó, otra vez, a los observadores de la ONU a controlar los aeropuertos de Serbia para cerciorarse de que los aviones de combate no salen de su territorio.
El corredor terrestre abierto entre Yugoslavia y las zonas de Bosnia y Croacia controladas por los serbios, tras la caída de Bosanski Brod, no está asegurado. Los hombres de Karadzic tienen dificultades para defender lo conquistado, sobre todo cuando sus adversarios aprovechan para cortar el corredor. De ahí que los combates continuaran ayer en Gradacac y Brcko, dos ciudades que los serbios intentan conquistar para delimitar sus fronteras.
La resolución de la ONU no ha sido comentada en los círculos políticos de Belgrado involucrados en las luchas políticas internas acerca del referéndum convocado para hoy, que debería determinar la voluntad popular de enmendar la Constitución serbia. La enmienda es necesaria, argumenta el presidente de Serbia, Slobodan Milosevic, para convocar las elecciones anticipadas. En vísperas del referéndum, Milosevic apareció en la televisión para asegurar que no cambiaría nada de su política anterior. "El honor no tiene precio", insistió, refiriéndose al honor de los serbios que habían luchado en Croacia y Bosnia.
La ruptura entre Milosevic, por una parte, y el presidente yugoslavo, Dobrica Cosic, por otra, adquiere nuevas dimensiones. Cosic aseguró a la BBC que los serbios en Croacia tendrán que buscar la solución a sus problemas junto con las autoridades croatas, en presencia de la comunidad internacional. Implícitamente, Cosic reconoció el fracaso de la política bélica de Milosevic. Sin embargo, Milosevic se siente seguro y no piensa ceder el poder.
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