"Las expectativas eran tremendas"

Martina Navratilova suma 18 títulos de Grand Slam, entre ellos nueve de Wimbledon. Pero a la hora de jugar con un hombre por la suma de 500.000 dólares, se convirtió en aquella niña indecisa que salió de Checoslovaquia hace dos décadas.

"Creo que estoy feliz de que este evento haya llegado a su final", declaró Navratilova después de caer ante Jiminy Connors por 7-5 y 6-2. "Las expectativas fueron tremendas. Creo que me concentré más en Jiminy y lo que hacía que en pegarle a la pelota".

"No me aproveché de las dimensiones de la pista a mi favor. Cometí demasiados errores. Jimmy también jugó muy bien. Me impresionó lo bien que soportó toda la presión", afirmó Navratilova.

Connors también afirmó sufrir un pequeño ataque de nervios en el primer set, en parte porque no sabía que esperar de Navratilova. "Lo más dificil para mí era superar las dimensiones de pista a su favor", declaró Connors. "Gracias a Dios que no se aprovechó de ellas. Es cubrir demasiado terreno para un hombre de 40 años".

Queda por ver si esta batalla de los sexos se repetirá con otros jugadores, por ejemplo con los dos números uno actuales, el sueco Stefan Edberg y la yugoslava Monica Seles. La probabilidad es muy remota, aunque el dinero obra milagros en estos tiempos. Es una competición que viola todas las normas tradicionales del deporte pero que proporciona mucho dinero a los participantes. "El tenis", declaró Connors, "dejó de ser duro hace mucho tiempo".