Los nuevos cuatreros
Quisiera poder informar a cuantos españoles pretendan visitar Polonia desplazándose con su automóvil, de los riesgos a que se exponen a fin de que puedan adoptar las necesarias medidas de prevención; información que, de haberla tenido quien esto suscribe, hubiera podido salvar todas sus pertenencias personales, incluyendo el propio vehículo. Resulta que en Varsovia, y posiblemente en otras poblaciones polacas, campa por sus respetos una mafia dedicada al robo y sustracción de automóviles propiedad de incautos turistas (españoles, franceses e italianos, especialmente, a muchos de los cuales tuve la oportunidad de conocer en las dependencias policiales y en el hotel en el que me hospedaba), con un promedio de 8 a 10 coches diarios según datos obtenidos de la propia policía polaca, que posteriormente son colocados en el mercado de ocasión local o exportados a otros países del este europeo, con todas las garantías de obtención de la nueva matrícula necesaria para circular y de la documentación pertinente que justifica la legal propiedad del vehículo.Las gentes del lugar dicen incluso conocer la situación de los depósitos donde se almacenan los automóviles sustraídos en espera de su transporte a los puntos de destino. Todo ello con la complacencia de la policía y del Gobierno polaco, que, conociendo la realidad, contribuye con su actitud pasiva a la feliz culminación del proceso expoliatorio.
También he echado en falta una campaña divulgativa a cargo de las autoridades españolas, bien conocedoras de los hechos por medio de nuestra Embajada en Varsovia, a modo de "aviso a navegantes" anunciando los riesgos que se asumen nada más pisar territorio polaco.- José Luis San Martín.
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