Una fórmula que cambia pocas cosas

Después de tantas idas y venidas, amenazas y plantes, dimes y diretes veraniegos, la Liga de la Asociación de Clubes de Baloncesto (ACB) comienza este fin de semana con tres extranjeros por equipo. Mientras los jugadores se sienten engaflados después del caramelo que les ofrecieron para salvar los Juegos Olímpicos, los entrenadores respiran tranquilos. No harán encajes de bolillos con el polémico 3 x 2 (tres extranjeros por equipo, pero sólo dos en la cancha), fórmula pactada en julio y desechada ahora.La nueva disposición no cambia radicalmente el panorama (los mejores equipos lo seguirán siendo), pero tampoco beneficia a todos por igual. En primer lugar está el Joventut, campeón en las dos ultimas ediciones y gran favorito en esta nueva temporada. Su técnico, Lolo Sáinz, ya contaba con la. fórmula ideal antes de este último cambio. Kopicki completa perfectamente a un maltrecho Thompson y no abundarán los minutos para que la tripleta foránea juegue simultáneamente teniendo en cuenta a la pareja Morales- Ferran. La mejora con la abolición del 3 x 2 no resulta, en su caso, ostensible.

Luyk, menos problemas

Al que le evita muchos problemas es a Clifford Luyk, el del Real Madrid. Su dilema era grande. Sin Simpson, el juego exterior se debilita. Sin Brown o Sabonis, mal asunto. interior, pues el futuro de Martín es incierto. Ahora la cosa está más clara. Los tres a la pista y fuera preocupaciones.

Lo mismo se puede decir del Barcelona. Epi no podrá tirar en exceso del carro y la presencia de un lanzador como Jones aliviará la descompensación que sufre entre su potencial interno (Norris, Savic y Jimenez) y el tiro exterior (Epi y quién sabe si Montero).

Al que le han hecho la pascua es al Estudiantes. Su entrenador, Miguel Ángel Martin, no se había complicado la vida contratando a un tercer extranjero. Ahora ha tenido que variar sus planteamientos y se ha hecho con el tirador croata Cveticanin, pues el no ficharlo supondría otorgar una ventaja que ni siquiera el cuidado de la cantera podría justificar.

Con el Taugrés, el equipo ONU, nunca se sabe. Resulta ya difícil separar nacionalizados de extranjeros. Antes eran cinco. Ahora, seis. En cambio, al CAI le permite un arreglo y tendrá su enésima oportunidad (siempre que acierte en los fichajes) de lograr algo positivo.

El Barcelona, el Real Madrid y el CAI han visto el cielo, pero el Joventut y el Estudiantes, los menos favorecidos, siguen contando con una ventaja. Sus equipos están hechos y bien hechos. Los de los otros deben ser construidos. Eso lleva tiempo.