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215 reporteros argentinos acompañan a Maradona a Sevilla

Diego Maradona se persignó antes de subir al avión y dentro de él. Un rito, casi una cábala, como otra señal de su regreso: buen torero del fútbol, siempre pide ayudas cuando desea mostrar un juego de otro mundo. El hombre que cumplirá 32 años el 30 de octubre salió serio y sereno de Buenos Aires y hoy presenciará el partido de su nuevo equipo, el Sevilla, después de sus dos años de suspensión por consumo de drogas. Argentina vive la misma conmoción que en su primer viaje a España, en 1982. Ahora le acompañan 215 reporteros.El futbolista se desplazó, en efecto, con su esposa, Claudia Villafañe; sus hijas; su representante, Marcos Franchi, y su psicólogo, Carlos Navedo, además de una corte de periodistas, cámaras y fotógrafos, 215 en total, de diversos medios, argentinos dispuestos a informar de sus palabras y movimientos. Las cadenas de televisión compiten por los derechos para retransmitir cada uno de sus encuentros. De entrada, Franchi adelantó la forma de dar jaque mate al Nápoles: "Todo está en manos de la FIFA. El lunes es fiesta en Zürich, pero el martes se reunirá la Comisión del Estatuto del Jugador para determinar la indemnización que debemos pagar al Nápoles. Entonces ya se podrá firmar el contrato que hemos pactado con el Sevilla".

El debú de Maradona dependerá de su estado físico. El profesor Javier Valdecantos, que dirigió su lenta recuperación, estima que le faltan 10 días densos de trabajo: "Si tuviera que jugar hoy, podría sobrellevar intensamente sólo 45 minutos. Tiene un kilo de más y en las dos últimas semanas su trabajo se interrumpió por los problemas presentados. Estaba muy tenso. A veces, creía que no jugaría nunca más". Para su presentación, frente al Bayern Múnich o un rival de categoría disponible el día 22 o el 24, según Franchi, piensa invitar a sus amigos y ex compañeros. De acuerdo con lo previsto, Maradona regresará a Buenos Aires el 18 de octubre para pasar el 19 la revisión periódica ordenada por los tribunales por su consumo de cocaína.

Los aledaños del estadio Sán chez Pizjuán eran ayer un hervidero, informa

Todos hablaban de Matadona, del Nápoles, de la FIFA, del Fernaino [por el presidente del Nápoles], del Matarrese [por el de la federación italiana], de Carlos Bilardo, con desparpajo. La caja registradora echaba humo.

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