El pleno municipal aprobará la creación de la policia de barrio para Hortaleza y Barajas

La policía de barrio se pone en marcha en octubre en Hortaleza y Barajas. El Gobierno municipal ha elegido dos distritos poco conflictivos para iniciar una experiencia que pretende extender a toda la ciudad en tres años. En total, 16 parejas patrullarán a pie, mañana y tarde, un área en la que residen 169.000 personas. Pero su integración en el barrio será limitada. Para prevenir una posible connivencia con los vecinos, los agentes cambiarán de destino cada tres meses.

La nueva unidad de policía de barrio, que creará este mes el pleno del Ayuntamiento de Madrid, estará integrada por 64 agentes municipales, según el diseño realizado por el subinspector Federico García Santamaría. Las 32 parejas que se formarán (16 para cada turno, de mañana y tarde) patrullarán a pie una decena de barrios de Hortaleza y Barajas.El nivel de inseguridad de los distritos en los que se estrenará la policía a pie es discreto, según el informe policial, aunque existen varios puntos localizados de tráfico de droga, venta ambulante ilegal y vertidos, caza furtiva o talas incontroladas. Éstos últimos se concentran en la zona cercana al río Jarama.

Las patrullas a pie de esta nueva unidad tendrán un carácter experimental, lo que hará que sus agentes sean, por unos meses, los más controlados y seguidos por sus jefes. Los patrulleros tendrán como misión la de "prevenir, informar y, cuando se pueda, corregir cualquier vulneración de la ley que observe", según el informe.

El principal compañero de trabajo de los agentes será el radiotransmisor, al que recurrirán siempre que se enfrenten a intervenciones que puedan ser violentas, como la detención de traficantes de drogas o el decomiso de venta ambulante. Para estas misiones, los agentes tendrán la cobertura de un coche patrulla (uno por cada ocho parejas).

El subinspector García Santamaría ha encontrado dos posibles problemas que pueden afectar al funcionamiento del nuevo modelo: la connivencia de los agentes con los vecinos del barrio y la relajación en el servicio. Para prevenir el primero se acotará en tres meses el máximo de tiempo en que una patrulla estará asignada a una zona concreta. "El policía de barrio puede llegar a conocer al detalle los problemas de su demarcación, pero eso también pudiera provocar una connivencia con algunos ciudadanos, por tanto, es conveniente que las parejas roten periódicamente", explica el informe.

Tensos y desconfiados

El segundo Problema se combate según el responsable de la organización del servicio, alternando la patrulla en pareja por la vigilancia individual, en la que agentes están "más tensos y menos confiados". "En las policías de otros países se realizan patrullas de a uno en misiones, de vigilancia preventiva", explica. Esta

alternativa se plantea como "una posibilidad".

La nueva unidad, que estará en la calle en octubre, estará integrada por 9 mandos, 64 policías de barrio" 16 agentes que prestarán servicio en cuatro coches patrullas y 24 vigilantes nocturnos.

Todos ellos estarán dirigidos por una oficial.