Gali defiende la vigencia de los No Alineados
El secretario general de la ONU, Butros Gali, defendió ayer en Yakarta. la plena vigencia del movimiento de países No Alineados por considerar que, aunque los recientes cambios geopolíticos favorecen la unidad y la concordia, ni la descolonización ni la conclusión de la guerra de bloques han erradicado "la tentación de poder y dominación". El presidente indonesio, Suharto, declaró en la apertura de la décima conferencia del grupo que las economías subdesarrolladas deberán reducir su dependencia de las naciones industrializadas y confiar fundamentalmente en las propias fuerzas para salir de su atraso en un mundo que calificó como inseguro, injusto y turbulento.
Ninguna de las dos principales intervenciones en la jornada inaugural de la primera reunión que celebra el movimiento tras la finalización de la guerra fría despertó gran entusiasmo entre los 50 jefes de Estado y de Gobierno y ministros o altos funcionarios de 95 países, entre quienes no se encuentran los líderes de Cuba, Fidel Castro; Libia, Muammar el Gaddafi, e Irak, Sadam Husein.El pleno inaugural, al que asistió España como invitada con una delegación encabezada por Inocencio Arias, dispensó a Gali y a Suharto los aplausos que cabían esperarse de una audiencia escasamente motivada y dividida cuando se trata de adoptar resoluciones que trasciendan las obligada! invocacíones a la paz mundial y a la lucha contra el hambre. En los pasillos, los kuwaitíes acusan a los iraquíes de mantener encarcelados a nacionales del emirato hechos prisioneros durante la guerra del Golfo, y las naciones africanas expresaban su disgusto por la subordinación de sus acuciantes problemas a un estéril y largo debate sobre el conflicto yugoslavo.
Suharto, que será presidente del movimiento de No Alineados hasta la conferencia de 1995, recordó a los participantes que representan a más de la mitad de los habitantes de la Tierra, pero reconoció también que la fragmentación de Estados, las guerras civiles y la animosidad étnica y religiosa han hecho estragos entre muchos de los ahora 108 países miembros. Suharto instó a un activo papel de la organización en la pacificación de Somalia y Bosnia-Herzegovina, pero hasta ahora las iniciativas promovidas por las organizaciones islámicas, un 40% del movimiento, para lograr un acuerdo de apoyo a la población musulmana en la república yugoslava han sido rechazadas por los países africanos, que registran en sus propias sociedades rivalidades religiosas étnicas o tribales.
El líder de la OLP, Yasir Arafat, sentado detrás del emir de Kuwait, escuchó las denuncias efectuadas por Suharto contra Israel y su llamamiento a la retirada de los territorios árabes ocupados. El anfitrión habló también de la conveniencia de proceder a la redefinición de este colectivo internacional con una visión más económica que politizada de sus nuevas funciones. La principal preocupación de las naciones industrializadas, afirmó, "es que los países en vías de desarrollo abran las puertas a su inversión y comercio, pero no prestan la debida atención a las necesidades de las economías subdesarrolladas".
El secretario de la ONU, organización situada en el punto de mira de gran parte de los No Alineados, demandó de los países asistentes a la cumbre su decisivo apoyo a las Naciones Unidas "haciendo que vuestra voz se oiga". "La voz de tres cuartas partes de los hombres y mujeres de este planeta debe estar representada, escuchada y entendida", dijo.
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