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Dos coches embisten en una acera a 12 miembros de una familia en Usera

Ana Alfageme

"Hemos vuelto a nacer, porque la policía nos dijo que podíamos estar enterrados en Carabanchel", decía ayer, crudamente, Carlos Escobar. Milagrosamente, sólo le molestaban unos puntos de sutura en una rodilla y el dolor del cuerpo magullado. El viernes por la noche, Carlos y su familia (ocho adultos y cuatro niños, entre ellos su mujer y su hijo de tres años) se despedían tras pasar uno de sus últimos días de vacaciones en un parque acuático. Habían merendado en un bar del distrito madrileño de Usera y cada uno se iba para su casa. Pero dos coches les llovieron encima y uno se empotró contra la luna del bar. Todos resultaron heridos.

La lluvia forzó el viernes a marcharse antes del parque acuático Acquópolis a la gran familia Escobar, que disfrutaba uno de sus últimos días de vacaciones. Se habían reunido para pasar el día Carlos Escobar Pérez, de 31 años, que trabaja en una gestoría; su esposa, Ana Caballero Rodríguez, de 30, y el hijo de ambos, Carlos, que tiene tres años. Estaban también dos hermanos de Carlos con sus familiares: Juan Manuel Escobar, de 34 años, trabajador del Metro de Madrid, y María del Valle, de 30. Al grupo se unió otro matrimonio, el formado por Teresa Ortega Suárez, de 28 años, cuñada de María del Valle, y su marido, Francisco J. Serrano Lechuga, de 30 años.

Lluvia de chatarra

El pequeño Carlos se lo pasó en grande con sus tres primos: Beatriz y Laura Escobar, de ocho y cinco años, hijas de José Manuel, e Israel, de cinco años hijo de María del Valle. A la salida del parque acuático, todos ellos se fueron a merendar al bar La Peña Soriana, en la calle de Manuela Ybarra, 30, en Usera. Sobre las 10.30 de la noche se despedían a la puerta del bar. "Oí un ruido muy fuerte, eran los dos coches que nos vinieron encima", cuenta Carlos. Según la Policía Municipal, un turismo, conducido por Francisco C. B. intentó adelantar a otro, el que llevaba David C. G., antes de girar desde Manuela Ybarra hacla la calle de Juan Zafio. Según las primeras investigaciones, los dos coches iban a gran velocidad. El, primer vehículo no pudo evitar al otro y colisionó con él. Ambos volcaron y aterrizaron en la acera frente al bar, a su derecha.El dueño de La Peña Soriana, Francisco Frías, lo recuerda como un estruendo que rompió la luna, con el bar repleto de gente. Frías salió para echar una mano y, entre el remolino de gente, vio a los dos coches "tripas arriba", como dice él. También dos ciclomotores que había sobre la acera quedaron aplastados.

Los miembros de la familia luchaban para sacar a Teresa Ortega Suárez y a su sobrino Israel, de tres años, de debajo de los coches. Mientras, los conductores, que no sufrieron heridas, según la Policía Municipal, no fueron auxiliados. "Podía haber hecho desaparecer a cuatro familias ese hijo de puta", musitaba Carlos con rabia, quien ayer denunció a Francisco C. B. Los dos conductores fueron sometidos a un control de alcoholemia, que dio negativo.

Teresa Ortega fue arrastrada bajo los coches y ayer estaba metida en la cama, recuperándose de los dolores de espalda y las heridas en las piernas. Israel Ortega tenía lesiones en la nariz. Pero la embestida alcanzó a toda la familia, que fue evacuada al hospital Doce de Octubre por ambulancias del SAMUR. Ayer sólo estaba ingresada en el centro una de las hijas de Juan Manuel Escobar, Laura, que tiene una fractura de fémur. El resto de los familiares tienen magulladuras y lesiones.

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Un kilo de droga

Por otro lado, la policía ha detenido a cinco colombianos que utilizaban una sociedad de inversiones fantasma como tapadera de un negocio de tráfico de cocaína. Pagoma, con sede social en la calle de Bravo Murillo, 297,no funcionaba, según la policía. César Julio Mancera Reyes, de 42 años, regentaba la sociedad. Este hombre ha sido vigilado por agentes de la comisaría de La Latina, ya que la detención de nueve presuntos camellos hace 10 días les puso en la pista sobre un grupo de colombianos que traficaban con cocaína.El jueves, Rodrigo Henao Londoño, de 56 años, fue sorprendido cuando entregaba un kilogramo de cocaína a Doris Rodríguez Sáez, de 35. La policía registró las casas de los dos presuntos correos y las de María Fabiola García Jaramillo, de 43, y María Emilia Montenegro Aragón, de 26, que, según la policía, organizaron el negocio. Encontraron un kilogramo de droga, otro en joyas y piedras preciosas, además de tres abrigos de visón robados.

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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