La ampliación de Barajas llevará seis años
El aeropuerto de Barajas está en obras, pero la ampliación de la terminal tardará seis años. Aún no han llegado las grandes remodelaciones aprobadas por el Consejo de Ministros en julio. Sin embargo, el aeropuerto ya ha comenzado a cambiar su configuración. La construcción de una nueva plataforma para estacionar aeronaves, la ampliación del aparcamiento de automóviles y la apertura de otra planta en la terminal internacional estarán listas este año.
Los trabajos más importantes que se están ejecutando en este momento en Barajas son los de la nueva plataforma de estacionamiento de aeronaves, con un presupuesto de 650 millones de pesetas. La plataforma, que no estará terminada hasta diciembre, contará con una red subterránea de suministro de combustible y con un sistema de alimentación eléctrico.La ampliación del aparcamiento de vehículos de la terminal nacional estaba prevista para el pasado mes de julio. Sin embargo, la obra no estará ultimada hasta 1993, ya que se ha modificado el proyecto, según asegura un portavoz de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA).
Aparcamientos
Con la ampliación del aparcamiento se triplicará la capacidad actual, hasta llegar a las 5.700 plazas en un edificio de tres plantas. Las obras cuentan con un presupuesto de 2.000 millones. En la actualidad, los viajeros disponen en Barajas de un total de 4.230 plazas de aparcamiento. Además, el próximo traslado de los estacionamientos del personal del aeropuerto a una zona alejada de las terminales liberará 1.500 plazas para los viajeros.Las tarifas de los aparcamientos son de 150 pesetas cada hora, con un máximo de 950 pesetas al día. En el aeropuerto no se han previsto tarifas especiales de fin de semana o fórmulas de pago reducido para facilitar el acceso de los viajeros en automóvil. "En el futuro habrá otro aparcamiento más alejado de las terminales y con unas tarifas algo más reducidas", dice un portavoz del aeropuerto.
En Barajas también se ha construido una nueva planta para oficinas sobre la terminal de salidas internacionales. Estas instalaciones dispondrán de 200 despachos, adonde se trasladarán en septiembre las oficinas de las compañías aéreas, que ahora están situadas en el primer piso. El espacio liberado se destinará a zona pública, donde se abrirán mostradores de facturación de equipaje.
En Barajas también está previsto construir un nuevo edificio de tres plantas de oficinas y espacios públicos que se situará entre las actuales terminales nacional e internacional, con un coste de 2.000 millones.
Todas estas actuaciones ya concluidas o en marcha tienen una meta: que el aeropuerto no se colapse durante la construcción de la nueva pista y las nuevas terminales. En 1992 está previsto que Barajas alcance la cifra de 18,4 millones de pasajeros con un movimiento de 161.000 aeronaves. El año pasado el aeropuerto madrileño acogió a 16,5 millones de pasajeros y 140.000 aeronaves.
Barajas permanecerá en obras durante seis años, según asegura Juan Lema, director del aeropuerto. "Pero los viajeros no se verán perjudicados porque los trabajos se realizan en zonas ajenas al tráfico aéreo normal", matiza.
Tras todas estas obras se acometerá la ampliación aprobada por el Consejo de Ministros el 31 de julio pasado. Este proyecto, con una inversión total de 250.000 millones, incluye, además de la construcción de una nueva pista de aterrizaje, el desarrollo de zonas comerciales y espacios verdes en el entorno de Barajas.
