Morceli fue más rápido que Cacho en Zurich

Los Juegos Olímpicos no han tardado ni 10 días en pasar factura a sus campeones. Éstos, ante la caída de la tensión competitiva y tanto homenaje, perdieron prácticamente todas las revanchas quíe ofrecieron ayer en ,la prestigiosa reunión de Zúrich. Y Fermin Cacho entre ellos. Fue- tercero en una carrera lanzada a récord mundial. Morceli fue más rápido. "Estab2i muy cansado", dijo Cacho tras la derrota. Kemei, uno de los kenianos que no estuvo en Barcelona, también le ganó. Y otro de los ausentes olímpicos, Kiptanui, estableció el récord mundial de los 3.000 obstáculos.

En ediciones anteriores, ganar en Zúrich equivalía a obtener un master en atletismo. Porque la victoria suele ser más difícil de conseguir que en cualquier competición oficial. En Zúrich no hay cupos de nacionalidades ni mínimas de participación. Por eso Lewis corre los 100 metros y hay cinco kenlanos en los 1.500. Todos los campeones que se tienen por tales han de consolidar los títulos en el estadio Letzigrund. Menos este año. Hubo suspenso general.Cacho no se escapó de la mala nota, ya que quedó demasiado lejos de Morceli. Y corrió, además, mal, trompicado en la última vuelta. Morceli no consiguió el récord (3.29.46 minutos) pero sus 3.30.75 le convierten en el sexto mejor atleta de 1.500 metros de todos los tiempos, después de Auita, Cram, Coe, Maree y Bile. Esa marca'parecía también valerle a Cacho, pero se quedó en 3.32.69, que no es ni siquiera su mejor tiempo.

"No estoy decepcionado, ni la derrota me supone un contratiempo inesperado. Morcell estaba más descansado que yo y ha ganado. Estamos en un nivel muy igualado y un día le toca ganar a uno y otro, a los demás", comentó Cacho tras la carrera. Mañana volverá a competir. Será sobre los 800 metros en Berlín. Desea mejorar su marca en esta distancia, pues para conseguir buenos tiempos en 1.500, primero hay que hacerlos también en 800, como enseñaron en su día los grandes atletas británicos, que llegaron a correr la distancia en menos de 1.44 minutos.

Cacho volverá a intentar hacerlo mejor sobre 1.500 el próximo viernes en Bruselas. Los homenajes habrán quedado atrás y su tiempo sólo estará dedicado de nuevo al entrenamiento. Ayer -se vio claro que no tenía ninguna opción. Morceli fue el único atleta que siguió a las liebres con decisión.

Cacho sólo fue uno más de los 10 campeones olímpicos que ayer fueron derrotados. Los candidatos se hartaron de ganar revanchas y algunos con récord mundial incluido, como el kenlano Kiptanui, de 21 años, que superó a sus tres compatriotas que ganaron medallas en los juegos, y mejoró en tres segundos la plusmarca de 3.000 metros obstáculos (8.02.08 minutos), que tenía, también por supuesto, otro keniano: Koech.

La gran exhibición de,Kiptanui quedó patente ya desde los 1.200 metros, cuando decidió superar a las liebres. 'Tas liebres iban demasiado lentas y decidí pasarlas", dijo el atletatras la consecución de la plusmarca.

Lewis (10.07 segundos en los 100 metros) y Bubka (5,90 metros en pértiga), fueron otros dos de los atletas que dejaron en entredicho la validez de los títulos olímpicos. García Chico, que en Barcelona había superado a Bubka, ocupó esta vez una clasificación más real: séptimo.

Los españoles, discretos

En este tono de discreción estuvieron también los otros españoles parti.cipantes: Fariñas, Bécquer, Pancorbo, De Teresa y Malte Zúñiga.

Entre los campeones que no fallaron en Zúrich estuvieron Watts (43.83 en los 400 metros), Marsh (19.95 en los 200), Young (47.40 en los 400 vallas) y Sotomayor (2,36 en altura).

Por otra parte, los organizadores de las reuniones de Zúrich, Berlín, Bruselas y Oslo han acordado formar para la próxima temporada un minicirculto, el de la Golden Four. Sólo tendrán cabida los atletas de mayor prestigio, que cobrarán incluso por encima de las máximas tarifas oficiales: 25.000 dólares (casi tres millones de pesetas) sólo por participar. Los premios por marcas también se verán aumentados a través de la venta en exclusiva de los derechos de televisión a una cadena alemana. Los incentivos ayer en Zúrich fueron de 15.000 dólares (1,7 millones de pesetas) más un kilo de oro por el récord mundial.