La policía cree que Pakito 'recordó' a los 'comandos' su deber de actuar

La policía tiene la firme sospecha de que la orden para que el comando Guipúzcoa realizase nuevos atentados, como el cometido el lunes en Oiartzun, partió directamente de Francisco Múgica Garmendia, Pakito, quien desde su prisión parisiense ha dado al parecer instrucciones en tal sentido a elementos vinculados con la organización, aunque formalmente pertenecientes a HB o a la Koordinadora Abertzale Sozialista (KAS).Con ello, Pakito quiso disipar las posibles dudas planteadas en los activistas con el comunicado del 10 de julio, en el que ETA ofreció una tregua de dos meses, y el amplio periodo sin atentados, presumiblemente fruto del propio caos de la banda.

La orden de Pakito se hizo llegar al comando Guipúzcoa, compuesto según la policía por dos ilegales [activistas fichados] y con uno o dos taldes [grupos] de apoyo. Múgica Garmendia ha recibido en las últimas semanas numerosas visitas en prisión, incluidas las de familiares, abogados y personas vinculadas a HB o a KAS, según fuentes de la lucha antiterrorista.

Estas fuentes estiman que quien ha reiterado la orden de abrir fuego no es Felipe San Epifanio, Pipe, ni ninguno de los escasos etarras de cierto peso aún libres, sino que una decisión de tal envergadura sólo ha podido partir de quienes se resisten a soltar las riendas de la banda, es decir, Pakito.

Según fuentes de la lucha antiterrorista, las instrucciones dadas por Pakito a sus visitantes fueron entregadas a los principales activistas operativos: Kepa Picabea y Félix Alberto López Lacalle, Mobutu, actuales responsables de comandos, mientras Julián Atxurra, Pototo, es posiblemente el responsable de cursillos y formación.

Malestar en HB

El atentado del lunes ha causado malestar en dirigentes de Herri Batasuna (HB), que consideran que el momento no era el adecuado para una acción así, ya que derriba sus pretensiones de abrir vías de diálogo con las fuerzas nacionalistas, según fuentes de la lucha antiterrorista. Estos dirigentes de HB, según informaciones que obran en poder de mandos de la lucha antiterrorista, estiman que deberían haberse agotado los dos meses de tregua tras la oferta hecha por ETA el pasado 10 de julio, con lo que se habrían "cargado de razón".

Haya partido esta decisión de Pakito o no, supone una desautorización de la línea marcada por dirigentes de Herri Batasuna, como Floren Aoiz, de explorar al máximo la capacidad de diálogo con las formaciones nacionalistas, sea para unir fuerzas abertzales, sea para intentar evidenciar sus limitaciones.