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45 heridos en el primer encierro de Leganés

45 personas resultaron heridas, 13 de ellas por asta de toro, en el primer encierro de las fiestas patronales de Leganés celebrado ayer. Se trata de una de las cifras más altas registradas en los últimos años. El año pasado la media se situó en la veintena de heridos en cada uno de los tres días de encierro. Según Alberto García Abad, integrante del equipo médico de la enfermería móvil que atiende a los heridos en los festejos, en el alto porcentaje no ha influido el alcohol. "Podemos achacarlo a la numerosa presencia de corredores en el encierro", concluyó García Abad.De los 13 heridos por asta de toro, tres son pronosticados de graves, con sendas cornadas en el muslo cada uno, cinco de menos graves y otros cinco leves. La cogida de mayor consideración la sufrió Francisco José Tortajada García, de 21 años, vecino del barrio de Zarzaquemada. El joven fue intervenido de un puntazo en la cara posterior del muslo izquierdo con trayectoria descendente que rompió el paquete muscular. La herida presentaba un ori icio de salida a 15 centímetros del de entrada. Todos los heridos fueron intervenidos en la enfermería de campaña instalada junto a la plaza de toros. Sólo los graves fueron trasladados al hospital Severo Ochoa, donde permanecen en observación.

Además de las lesiones por asta fueron atendidos otros 32 heridos con contusiones y cortes que se hicieron al caerse o golpearse con las vallas del recorrido. La media de edad fue de 18 años. El más joven de los atendidos fue un niño de cinco años y el decano, un hombre de 47.

70.000 corredores

El encierro se inició pasadas las ocho de la mañana y concluyó casi tres horas después. Se calcula que en el recorrido por las calles Juan Muñoz, Madrid y Butarque se congregaron cerca de 70.000 personas.Se soltaron tres vacas, dos cabestros y dos toros de 400 kilos. En la calle Madrid, una de las vaquillas se escurrió y fue corneada por un cabestro. El matarife tuvo que apuntillarla allí mismo. La mayor afluencia de heridos se produjo entre las 9.30 y las 10 de la mañana. "Ha sido una avalancha,", señaló García Abad, "estábamos operando a tres bandas".

Desde hace cuatro años los festejos taurinos de las fiestas patronales de Nuestra Señora de Butarque cuentan con un espectacular operativo sanitario. Hay una enfermería con quirófano, un hospital de campaña con capacidad para 25 camas, ampliables a 40, ambulancias, y este año una UCI y un helicóptero de Tráfico en el aeródromo de Cuatro Vientos. El personal está compuesto por un anestesista, dos cirujanos, un instrumentista, un auxiliar de quirófano, dos médicos, dos enfermeros y más de 40 voluntarios de Cruz Roja.

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