El Gobierno italiano concede seis cadenas privadas de emisión nacional, tres de ellas a Berlusconi

El Consejo de ministros italiano aprobó ayer la concesión de seis cadenas de televisión privadas nacionales: tres para Silvio Berlusconi -Canale 5, Italia 1 y Rete 4-, y el resto, para Telemontecarlo (del grupo brasileño O Globo y del italiano Ferruzzi), Videomusic (vídeos musicales e informativos) y Rete A (del editor Alberto Peruzzo). Las concesiones se harán efectivas dentro de seis meses. "Es una victoria para los espectadores", dijo Berlusconi. El Consejo aplazó el sí para las de pago y dio su visto bueno a 800 locales.

Las televisiones de pago estarán condicionadas por la prohibición de transmitir en exclusiva acontecimientos deportivos y por la obligación de reservar una parte de sus programas a la emisión de información parlamentaria y cultural. Para obtener la licencia de transmisión, estas televisiones tendrán que limitar rigurosamente las formas y tiempos de las interrupciones publicitarias.No obstante, el hecho de "guardar el sitio" a las televisiones de pago, las Tele + -que, por el momento, tienen sólo 200.000 abonados-, ha sido contestado por los partidos de oposición. Berlusconi, presidente de la Fininvest, posee un 10% de esas cadenas, y el resto es de amigos o socios suyos, como Cecchi Gori, Leonardo Mondadori, Luca Formenton o Renato della Valle. Todo se queda en casa.

El Gobierno prorrogó hasta el 28 de febrero de 1993 la autorización provisional de transmitir a las televisiones locales que no han obtenido la definitiva, aun reniendo los requisitos. Idéntica prórroga fue hecha para las cadenas de radio.

El ministro de Correos y Telecomunicaciones, Maurizio Pagan¡, dijo ayer: "Me espero una avalancha de recursos", al tiempo que añadía que la repartición de las licencias ha conllevado un trabajo ingente y que "siempre cabrá admitir un recurso jurisdiccional ante posibles errores".

Pluralismo

Según el ministro, la aprobación de las listas de las televisiones locales y nacionales representa una importante aportación para conseguir la ordenada utilización del éter y el pluralísmo informativo.

Reacciones negativas por parte del Partido Democrático de la Izquierda (PDS) y de los republicanos, ambos en la oposición, y positivas entre socios del Gobierno, como los liberales. A las críticas al Ejecutivo se unieron voces como la del director teatral Giorgio Strehler, uno de los intelectuales y artistas que combatieron contra las interrupciones publicitarias de películas o conciertos, dijo: "¡Qué vergüenza haber hecho incluso como que se discutía para llegar a legalizar el reparto entre la RAI y Berlusconi!".

Muchos de los excluidos en el reparto de licencias han anunciado ya que presentarán recurso. Aquellas emisoras que no han obrtenido la concesión tendrán que cerrar sus instalaciones el próximo 24 de agosto. A las emisoras concedidas ayer hay que sumar las tres otorgadas a la pública RAI, que no competían en el concurso.