La piscina municipal cobra más caro a los que no son vecinos

Doscientas pesetas de incremento sobre el precio normal es la cantidad que deben abonar todos aquellos que sin residir en la localidad de Pinto decidan darse un chapuzón en su piscina municipal.Según fuentes del Patronato de Deportes, cuya titularidad ostenta el concejal de Izquierda Unida Adolfo Segura, "con esta medida no se trata de penalizar a los de fuera, sino de beneficiar a los vecinos, que son quienes han hecho posible la construcción de la piscina con el pago de sus impuestos".

Los precios para adultos son de 400 pesetas los días laborables y 500 los domingos y festivos, pero sólo para los residentes en el municipio. Los encargados del mantenimiento de la instalación, padrón en mano, comprueban si los usuarios son residentes y sí no es así aplican la tarifa denominada "para no residentes", superior a la anterior en 200 pesetas.

Algunos vecinos consideran positiva esta medida "porque es una deferencia con los del pueblo". Sin embargo, se han producido protestas, sobre todo cuando alguna familia residente acompañada de amigos o parientes de fuera de la localidad y ajena al sistema de precios decide acercarse a las instalaciones. En estos casos, la solución más común es optar por trasladarse a las piscinas de los municipios circundantes.

Es el caso de Parla, donde la piscina municipal ha registrado un considerable aumento de usuarios: de 2.000 se ha pasado a 3.000 bañistas. En Parla, cualquier vecino puede bañarse por la mitad de precio que en Pinto.