Los empleados de la discoteca de Arganzuela se encierran para evitar el precinto

Los 150 trabajadores de la discoteca de la antigua fábrica de cervezas El Águila montan guardia las 24 horas del día en el interior del local para evitar que la Policía Municipal precinte el establecimiento. José Lozano, uno de los propietarios de Archy, que explota el local, aseguró haber denunciado a la Policía Municipal por coacciones a raíz de los incidentes habidos desde el viernes y que se repitieron ayer.

Los agentes municipales han intentado sin éxito precintar el local desde el viernes. Los trabajadores, atrincherados en el establecimiento, se turnan para impedir que la Policía Municipal precinte el local.Los policías municipales se emplearon a fondo ayer y anteayer para evitar que nadie franquease puerta alguna del local. Las dos últimas noches incluso han cortado al tráfico una vía pública, la calle de Ramírez de Prado en su cruce con el paseo de las Delicias.

La noche del lunes hubo forcejeos entre los agentes y el abogado de Archy, Juan Carlos Peinado. Hacia las 2.30 de la madrugada de ayer se produjeron nuevos incidentes cuando alrededor de un decena de agentes municipales se abalanzaron sobre José Lozano. Una veintena de personas, entre clientes y trabajadores, que presenciaron el zarendeo, se ofrecieron para testificar en caso de que fuese necesario.

El portavoz de IU en el Ayuntamiento, Francisco Herrera, califica de "insólito" el hecho de que el Ayuntamiento no tenga la autoridad suficiente para cerrar este local y tenga que recurrir a una orden judicial. El representante de IU considera que 5.000 policías municipales deberían ser suficientes para hacer cumplir la orden de cierre.