Maradona quiere que su vuelta al fútbol le permita un cambio radical en su vida

El futbolista argentino Diego Armando Maradona se ha marcado un objetivo fundamental con su vuelta a los campos de juego: borrar la dependencia de las drogas que le supuso un año y medio de sanción por parte de la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA). El jugador ha asegurado que su compromiso con el Sevilla, condicionado a la rescisión del contrato que le une aún al Nápoles, italiano, puede normalizar su vida. "El Sevilla me mandó un equipo completo de su uniforme. Fue un lindo gesto. Pero eso no es lo que importa ahora. Tampoco, el dinero. Tiene que ofrecerme una serie de condiciones para que pueda llevar una vida tranquila con mi familia. Eso espero", confesó Maradona.

Maradona sabe que, vaya donde vaya, no sólo irá a jugar al fútbol. Esta vez también está en juego su propia vida. Acaba de atravesar, y aún no ha terminado de salir de allí, el túnel más negro y más terrible que se le pueda desear a nadie. Sólo la enfermedad de su padre, que fue hospitalizado con urgencia hace dos meses por una afección cardiovascular, logró convencerlo de que era necesario hacer el esfuerzo para volver a jugar. Esa promesa íntima, ante su padre en grave estado, es la verdadera razón del pequeño milagro que se está produciendo. Ahora sí ha bajado de peso, cinco kilos en un mes; ahora sí corre y hace ejercicios físicos para volver ya no a jugar, sino a soportar un entrenamiento previo a la competición.Su nuevo preparador físico, Javier Valdecantos, ha comprobado lo que ya sabían los anteriores, que el físico de Maradona necesita la mitad de tiempo para volver a ponerse en unas, condiciones similares a las de cualquier jugador normal que regresa de las vacaciones. "El primer día", recuerda, "corrió sólo seis minutos y quedó agotado. ¡Qué duro va a ser esto!, pensé. Pero a la semana ya corría media hora sin dar señales de cansancio. Tiene un físico excepcional para el fútbol y está muy preparado desde pequeño. Todo eso es ahora una gran ayuda".

Dependencia de la farmilia

Con todo, la gran preocupación de quienes le rodean no es lo que se ve. Todos ellos saben que en un mes más estará listo para volver a ser el mejor en cualquier campo. Su técnica y su genio marcarán la diferencia. Pero los amigos, los buenos amigos, su médico y su psicólogo, no piensan como otros en qué ciudad o qué competición le serán más convenientes. La duda de ellos es: ¿Con quién?, ¿con quiénes?

Maradona depende mucho de los que están a su alrededor, además de su mujer y sus hijas. Y, en este caso, no es lo mismo, por ejemplo, tener o no a un entrenador como el ex seleccionador argentino Carlos Bilardo.

El Sevilla no fue, en principio, el candidato ideal para Marcos Franchi, su representante. Claudia, la esposa de Diego, también se inclinó por el Olímpico de Marsella. En el mundo, nadie soporta a Bilardo. Ni el propio Maradona, a pesar de lo que declara habituialmente. Cuando se conoció en Buenos Aires la noticia de que el entrenador iría finalmente al Sevilla, Maradona declaró: "Me extraña mucho que haga eso una persona como él, que dice cumplir con su palabra. Yo pienso ahora en todos los chicos que se inscribieron en sus escuelas de fútbol en Argentina. ¿Qué van a pensar ellos ahora?".