Sueños
Quiero felicitar al crítico de danza Roger Salas por la defensa que hace del ballet clásico en el suplemento Babelia del 20 de junio.Coincido plenamente con él cuando señala que nadie cuestiona la interpretación de obras de Beethoven o del teatro clásico (El caballero de Olmedo, de Lope, acaba de inaugurar el Festival de Aviñón), o la lectura de Quevedo, Shakespeare o Cervantes, o la contemplación de la pintura del Bosco, Velázquez o Goya.
Esperanzado, Roger Salas termina su defensa señalando que espera que alguna vez se materialicen los sueños -que albergamos todos-, como es el de tener una aunque sea sólo una, companía de ballet clásico. Y continuando con el sueño, algún día tendremos una real academia de artes escénicas -que incluya el teatro, la danza y otras manifestaciones-, con un museo y un archivo, como en los países europeos adelantados y cultos.
Quiero felicitar también a EL PAÍS por la atención que presta a la danza, con comentarios especializados y fotografías espléndidas. De paso, también quiero extender esta felicitación a TVE, la única cadena de televisión que en su programación ofrece ballet. Muy poco y a horas inadecuadas -siempre de madrugada-, pero algo es algo. Ayuda a soñar.
Para terminar, y añadiendo fantasía al sueño, después de leer la entrevista realizada a Maya Plisétskaya el pasado 13 de julio -donde la bailarina reafirma su identificación y amor por todas las manifestaciones artísticas de nuestro país-, me pregunto si no será posible que los responsables o autoridades decidan aprovechar la estancia permanente en Madrid de una de las grandes danzarinas rusas de este siglo y contratarla de nuevo para que dirija el futuro Ballet del Teatro Real, si esa agrupación llega a formarse cuando se reabra el teatro. Pero por ahora -no me olvido- solamente nos queda soñar- María Dolores Rodríguez Amador.
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