Floyd y el Grand Slam

La consecución del Grand Slam en un mismo año puede ser posible en otros deportes, como el tenis, pero no en el golf, en el que las circunstancias son distintas en cada golpe. Por eso los jugadores no sueñan con la colección vertiginosa de triunfos en el Masters de Augusta (Georgia, EE UU), el Open de Estados Unidos, el Open Británico y el Campeonato de la PGA Norteamericana, según el orden cronológico en el calendario, sino con la pausada a lo largo de sus carreras deportivas. En realidad, sólo cuatro la poseen: los estadounidense Ben Hogan, Gene Sarazen y Jack Nicklaus y el surafricano Gary Player.Ahora hay otro norteamericano empecinado en lograrla. Se trata de Raymond Floyd, que cumplirá medio siglo el 4 de septiembre. Ésa es la edad que, en teoría, marca el paso al también millonario, pero frustrante por su significado, circuito senior. Pero él todavía no está, ni muchísimo menos, para entretenerse en los campos acortados. En el fondo, con independencia de lo que suceda en Muirfield, vive una segunda juventud. De momento, es uno de los líderes del único de los cuatro torneos grandes que no consta en su palmarés, pues se impuso en el Campeonato de la PGA en 1969 y 1982, en el Masters en 1976 y en el Open de su país en 1986.