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Rodríguez-Piñero presidirá el Constitucional tras empatar a seis votos con López Guerra

BONIFACIO DE LA CUADRA Miguel Rodríguez-Piñero, de 57 años, catedrático de Derecho del Trabajo y ex profesor de Felipe González, fue elegido ayer presidente del alto tribunal, después de dos empates sucesivos a seis votos con Luis López Guerra, de 44 años, catedrático de Derecho Constitucional. La mayor edad de Rodríguez-Piñero resolvió el empate a su favor, ya que la antigüedad en el tribunal es idéntica: los dos fueron propuestos por el Gobierno en 1986. Previamente, los otros cuatro candidatos lograron un solo voto, el suyo, mientras Rodríguez-Piñero obtuvo cinco y López Guerra tres.

La polarización de los votos de los 12 magistrados en torno a los dos magistrados propuestos en su día por el Gobierno -Uno de ellos, además, antiguo profesor y actual amigo personal del presidente del Eje cutívo, Felipe González- con trasta, según observadores de fuera y de dentro del alto tribu nal, con lo ocurrido en el órgano que ayer cumplió 12 años, cuando para la elección como presidente estaba previsto el ex ministro centrista, además de prestigioso jurista, Aurelio Me néndez, y resultó elegido el constítucionalista Manuel García Pelayo.En cuanto al magistrado ele gido ayer presidente, fuentes jurídicas progresistas plantean objeciones más importantes que la mera amistad con el jefe de Gobierno que, según consideran, no tiene por qué vetar la promoción de nadie. En cambio, resaltan que Rodríguez Piñero firmó una resolución que avala los cacheos policiales sin previo indicio de delito (véase EL PAíS del 11 de julio último), actitud que estiman puede anticipar su posición ante el recurso sobre la ley Corcuera.

Coincidencia con el Gobierno

Asimismo, fuentes jurídicas sevillanas expresaron su preocupación ante el futuro uso del voto de calidad en asuntos que afecten al Gobierno, por parte de un jurista especializado en Derecho del Trabajo que, sin embargo, en los últimos años, en conversaciones privadas, ha coincidido con la actitud gubernamental incluso en materia sindical y económico-social.

Por lo demás, la edad fue ayer el elemento formal decisivo en la sesión plenaria para elegir presidente, celebrada ayer por el alto tribunal en su nueva composición desde el 8 de julio último, tras la renovación parcial, en la que el Parlamento reeligió a José Gabaldón e incorporó a Julio González Campos, Pedro Cruz Villalón, Rafael Mendizábal y Carles Viver. La sesión de ayer fue dirigida por el presidente de edad, Fernando García-Mon, y la elección de Rodríguez-Piñero se produjo en aplicación de la ley orgánica del Tribunal Constitucional, que prevé la "mayor edad" como mecanismo para deshacer el tercer empate, en caso de igualdad y que se ha utilizado por primera vez en una elección a presidente.

La primera sorpresa de la sesión de ayer se produjo en el momento de la presentación de candidatos. Junto a los previstos Rodríguez-Piñero, López Guerra, Carlos de la Vega, Eugenio Díaz Eimil -a todos los cuales quedan tres años de mandato- y Álvaro Rodríguez-Bereijo -a quien quedan seis años en el cargo-, se ofreció para presidir el alto tribunal el recién elegido Mendizábal, temprano aspirante a dirigir el órgano y ayer el más locuaz de los 12 magistrados.

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4 candidatos con un voto

La segunda sorpresa fue el resultado de la votación, en la que Rodríguez Bereijo y Díaz Eimil -a quienes se había atribuido la formación de un tándem para optar a presidente y vicepresidente-, igual que Mendizábal y De la Vega obtuvieron cada uno un solo voto, previsiblemente el suyo, mientras Rodríguez-Piñero obtuvo cinco y López Guerra tres. A la vista del resultado, De la Vega retiró inmediatamente su candidatura y, tras un descanso concedido por el presidente de edad, hicieron otro tanto los otros tres candidatos votados por un solo magistrado.

Ante la no obtención en primera votación de la mayoría absoluta -siete votos- que requiere la ley, se planteó una segunda votación sobre los dos candidatos que habían obtenido más de un voto. El resultado fue de empate a seis votos, que luego se repitió, a la vista de lo cual se aplicó la norma legal según la cual el empate repetido se deshace mediante la elección del magistrado de mayor antigüedad "y en caso de igualdad, [como ocurre en este caso, en que los dos fueron propuestos, por el Gobierno, en 1986], el de mayor edad".

La elección del vicepresidente se producirá hoy, presidida también por García-Mon.

La incógnita del vicepresidente

B. DE LA C. El reiterado empate entre Miguel Rodríguez-Piñero y Luis López Guerra -ambos catedráticos- en la elección de ayer para presidente del Tribunal Constitucional dejó la impresión en el seno del alto órgano de un posible acceso a la vicepresidencia del candidato derrotado, a pesar de haber obtenido los mismos votos que el victorioso. Tal posibilidad, a la que conduce, según algunos magistrados, el resultado de la votación de ayer, rompería, según otras fuentes jurídicas, el conveniente equilibrio entre los ocho catedráticos y los cuatro jueces que lo integran, y llevaría a la dirección del máximo intérprete de la Constitución a los dos únicos magistrados propuestos por el Gobierno.

Aunque no existe una tradición de reparto de los dos máximos cargos del Tribunal Constitucional entre catedráticos y jueces -los catedráticos Gloria Begué y Francisco Rubio Llorente fueron sucesivos vicepresidentes con Francisco Tomás y Valiente, también catedrático, como presidente-, algunas de tales fuentes se refirieron ayer a un cierto corporativismo entre los primeros y un cierto individualismo entre los segundos, puesto de manifiesto en la votación inicial ¿e ayer, en la que los tres candidatos jueces sólo obtuvieron su propio voto.

Para la elección de hoy, es probable que el juez Eugenio Díaz Eimil presente su candidatura, mientras que, según fuentes del alto tribunal, Álvaro Rodríguez Bereijo y Carlos de la Vega se encontraban muy desanimados. Es verosímil que, en cambio, Rafael Mendizábal aspire a la vicepresidencia, aunque en ese caso todas las fuentes consultadas le vaticinan muy pocos votos, aparte del suyo. Más votos obtendría José Gabaldón si se presentara.

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