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El Open de EE UU, una ruleta rusa

Sólo Kite, el ganador, y Sluman pudieron con un infernal campo de golf

El Open de Estados Unidos es el segundo torneo más antiguo del Grand Slam del golf, pues data de 1895, mientras que el Británico surgió en 1860. Su prestigio se ha acuñado año tras año porque, normalmente, el triunfo en él sólo era para los grandes jugadores por las dificultades de sus recorridos. No obstante, sus organizadores se han excedido en su 92ª edición al convertir el campo californiano de Pebble Beach en una ruleta rusa en la que la bola, botando a su antojo, amenazaba con acabar con los mejores en beneficio de cualquier segundón afortunado. Si aquéllos no han quedado aún más en evidencia ha sido porque, al final, se impuso el norteamericano Tom Kite, de calidad contrastada.

¿Quiénes son Billy Andrade, Jay Don Blake, Bob Gilder, Mike Hulbert, Tom Lehman y Joey Sindelar? Buenos oficinistas, ese vocablo a medio camino entre el aprecio y el desprecio con el que acostumbra a denominarse a los golfistas que participan en la mayoría de las pruebas del calendario y, chequecito a chequecito, se hacen con una saneada cuenta corriente e incluso de vez en cuando con algún éxito menor. En Pebble Beach, sin embargo, se constituyeron en la alternativa estadounidense a Kite y Jeff Sluman, el ganador del Campeonato de su PGA en 1988 y el segundo en esta otra cita -ambos fueron los únicos bajo par-, en la que el tercero fue el escocés Colin Montgomerie. ¿Por qué? Porque el campo era una enorme ruleta rusa en la que nadie podía estar seguro de cómo iba a botarle su bola.Los 25.000, aficionados que han acudido a diario al Open pagaban por ver espectáculo, no una lotería de atinos y desatinos, han comentado con acento crítico varios de los jugadores más destacados, entre ellos Severiano Ballesteros. La razón les asistía. No es lo mismo preparar para la gran competición un escenario adecuado durante todo el año a las limitaciones de los socios del club que convertirlo en una sucesión de trampas malévolas: calles estrechas, espesa maleza, greens pequeños, irregulares y duros como rocas...

Tarjetas 'increíbles'

El viento del océano Pacífico, que se desató el domingo, colmó la paciencia de los más acreditados, que, desanimados, se dedicaron a firmar tarjetas increíbles. 77 (+ 5), el inglés Nick Faldo, que concluyó el cuarto, a seis golpes (291 por 285) de Kite; 79, el galés lan Woosnam, el sexto, a siete; 78, el norteamericano Fred Couples, ..el vencedor del último Masters de Augusta (Georgia); 79, Ballesteros, el 230; 80, Mark Calcavecchia y Paul Azínger; 81, Ray Floyd; 83, Payne Stewart; 88, Scott Simpson, estadounidenses de primera fila también todos éstos.Menos mal para la reputación del certamen que se lo terminó anotando Kite. No en balde ya se le consideraba un rey, aunque sin corona por unas, circunstancias u otras a sus 42 años de edad. Su categoría es indiscutible: 17 victorias y más dinero en premios, 7.439.440 dólares, que nadie en la historia de su circuito.

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