El retorno de Suráfrica, amenazado por la violencia racial
El retorno de Suráfrica al movimiento olímpico y las competiciones deportivas internacionales tras 32 años de aislamiento se ha visto seriamente amenazado por la matanza de 39 negros ocurrida la semana pasada en el gueto suráfricano de Boipatong, ya que ha supuesto la ruptura de negociaciones entre el Congreso Nacional Africano (ANC), que preside Nelson Mandela, y el Gobierno de Frederik W. de Klerk.
Steve Tshewete, responsable de deportes del ANC, considera improbable que Mandela acepte la invitación cursada por Juan Antonio Samaranch para asistir a la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona: "Mi impresión es que la actual situación no deparará nada bueno para el retorno de Suráfrica al deporte internacional. Lamentablemente, lo que sucedió en Boipatong ha altera do todos los proyectos sobre Barcelona. Hay demasiada cólera en el ambiente".
Tshewete declaró además que la gira de los All Blacks, la selección de rugby de Nueva Zelanda, la primera oficial en Suráfrica en los últimos decenios, podría ser suspendida. "No "puede haber partidos internacionales de rugby después de una masacre semejante", añadió Tshewete, quien informó de que la participación de Suráfrica en Barcelona será debatida hoy por el comité ejecutivo de ANC.
Tutu pide la expulsión
En este sentido, el arzobispo Desmond Tutu, premio Nobel de la paz en 1984, considera que Suráfrica debe ser excluida de Barcelona, por decisión propia o por expulsión, si De Klerk no aplica con todo el rigor la justicia para localizar, juzgar y condenar a los causantes de la matanza de Boipatong. Tutu exige además que el presidente surafricano asuma totalmente la responsabilidad de la actuación de las fuerzas de seguridad. "No podemos volver a unos Juegos Olímpicos con todo el país en estado de luto por nuestros muertos", declaró en un sermón en El Cabo.
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