Beenhakker desvela que no tiene cláusula de rescisión

Leo Beenhakker desveló ayer que en el documento que le liga al Real Madrid no figura ninguna cláusula de rescisión, en contra de lo que se había dicho. Y añadió: "Mi deseo es cumplir mi contrato hasta el final. Mi compromiso es hasta 1994 y no quiero romperlo, pero en esto, como siempre, dependo de la decisión del presidente". El técnico holandés no quiso, en cambio, hablar sobre el que será su sucesor, Benito Floro. "Sólo me preocupan los temas deportivo y el partido del sábado". Benito Floro firmará hoy su contrato por dos años con el club blanco, pues ayer no pudo hacerlo al tener Ramón Mendoza que asistir a la boda de Santi Aragón.Beenhakker, que no seguirá en el club madridista la próxima temporada aunque Ramón Mendoza todavía no lo ha anunciado oficialmente por estar el equipo inmerso en una competición, tan sólo busca una salida ventajosa.

Una vez concluya la Copa del Rey, el técnico recibirá una oferta para romper su contrato, ya que la directiva del Madrid no desea que permanezca en el club en ningún otro puesto.

"Lo que intento en esto momentos es que el Madrid termine la temporada con un título. El Atlético tiene grandes jugadores. Hace unos días fuimos capaces de ganarle 3-2. Ojalá podamos repetirlo", dijo Beenhakker.

Ricardo Rocha, que ha sufrido problemas musculares en los últimos días, se encuentra recuperado y podrá jugar la final. Rocha participó en la sesión de trabajo de ayer, en la que sólo estuvieron ausentes los lesionados Maqueda y Gordillo. Éste último dejará el equipo el día 30, aunque todavía no tiene club. Adolfo Aldana, en cambio, está a punto de fichar por el Sevilla.

Medidas de seguridad

Representantes de la Federación Española de Fútbol, del Real Madrid y de la policía se reunieron ayer para diseñar las medidas de seguridad que se adoptarán en la Final de Copa del Rey. La federación ha pedido al Madrid que se levanten dos vallas de separación para evitar enfrentamientos entre las aficiones del Madrid y del Atlético. Así, se instalarán vallas metálicas tras los banquillos de ambos equipos creando una zona de vacío de 120 metros en la que se colocará un fuerte cordón policial.En la tribuna principal, en la que se encuentra el palco de honor, habrá también un importante control, aunque más discreto. Para ello, los miembros de la seguridad se infiltrarán entre el público. La afición rojiblanca ocupará la zona norte y la del Madrid, la sur. Los miembros del Frente Atlético serán escoltados desde la Plaza de Castilla al campo por la policía.

Todas estas medidas impedirán que !e pongan a la venta 30.000 entradas, quedando reducido el aforo del Bernabéu a 62.000 localidades. El estadio será vigilado por 850 agentes: 500 miembros de los cuerpos de seguridad de Estado, 200 guardias jurados y 150 municipales.

El árbitro será el internacional asturiano Manuel Díaz Vega.