El ministro de Trabajo no apoya la flexibilización de los despidos planteada por Carlos Solchaga

El ministro de Trabajo, Luis Martínez Noval, no apoya el abaratamiento y la flexibilización de los despidos y ayer respaldó las declaraciones de la ministra portavoz, Rosa Conde, quien el pasado viernes aseguró que esa propuesta la hizo el ministro de Economía, Carlos Solchaga, a título individual y que no corresponde a una decisión del Gobierno. También ayer el jefe del Ejecutivo, Felipe González, expresó su deseo de que el próximo encuentro que mantendrá con los dirigentes sindicales no quede en "un puro gesto" sino que permita un acuerdo para proseguir el diálogo social.

Martínez Noval declaró ayer en el curso de una reunión de ministros Iberoamericanos que, ante la propuesta de Solchaga tendente a flexibilizar los despidos, se siente "perfectamente representado con las palabras de la ministra portavoz del pasado viernes en las que hablaba en nombre del Gobierno, del que yo formo parte", según informa Efe. El titular de Trabajo reiteró así su oposición a abaratar la rescisión de los contratos, hecha pública en anteriores ocasiones.En la elaboración del programa de convergencia hubo ya desacuerdo entre los ministerios de Economía y de Trabajo. El departamento que dirige Luis Martínez Noval comparte la recomendación del equipo de expertos que elaboró un informe sobre el mercado de trabajo, contrario a que se modifiquen las condiciones de los despidos.

En una entrevista con EL PAÍS, celebrada hace apenas un mes, Martínez Noval aseguró que "en ningún país comunitario hay flexibilidad en la contratación y, además, flexibilidad en los despidos" y en España se ha optado por el primer modelo.

Martínez Noval mostró su apoyo solamente a las medidas para flexibilizar el mercado de trabajo previstas en el plan de convergencia: la supresión de las ordenanzas laborales y la movilidad funcional y geográfica. "Esas dos materias", dijo, "están en el programa de convergencia, con el que yo estoy de acuerdo".

Otro de los principales responsables del Ministerio de Trabajo, el secretario general de Empleo, Jesús Arango, criticó más abiertamente al ministro de Economía por el mismo tema. Su opinión es que para creer en el diálogo "hay que hablar menos y favorecer el que no se desmande por declaraciones fuera de la mesa de negociación"

Arango indicó que el Gobierno habla a través de su portavoz autorizado, Rosa Conde "y a ello me remito". "Creo que el diálogo y el consenso", añadió, "es mejor que el disenso en términos económicos; pero para creer en el diálogo hay que hablar menos y favorecer el que eso no se demande por declaraciones fuera de la mesa".

Próxima negociación

El presidente del Gobierno, Felipe González, expresó ayer su deseo de que el próximo encuentro que mantendrá con los máximos dirigentes de UGT y CC OO no quede en "un puro gesto". González aseguró en el Congreso ante un grupo de periodistas que responderá en los próximos días a las cartas que le han remitido las centrales Añadió que "hay propuestas que se pueden estudiar. Sobre algunas de ellas ya hemos dicho nuestra opinión y es que están en el Parlamento y que éste tiene que decidir".

El presidente no quiso pronunciarse sobre la propuesta de Solchaga en relación a los despidos. González se limitó a comentar "lo que sí está claro es que hay que perfeccionar el funcionamiento del mercado de trabajo, porque hay excesivas rigideces que hacen poco adecuado este funcionamiento. Pero las medidas que se tomen habrá que explicarlas y tomarlas en el Consejo de Ministros".

El ministro de Industria, Claudio Aranzadi, reiteró ayer en Sevilla ante un foro de debate organizado por la Embajada de Suecia en España, que no se debe confundir el clima de crispación entre el Gobierno y la cúpula de los sindicatos, que existe "a un nivel político", de lo que es "un clima de comportamiento estrictamente sindical y diferente", y que se manifiesta en el Gobierno cuando el interlocutor es de un escalón más bajo, en las reuniones con federaciones o como ocurre entre los empresarios y los comités de empresa, "en los que se abandona el discurso político y se fijan más los que son problemas estrictamente sindicales", informa Juan Méndez.

Aranzadi insistió en que el Gobierno sigue proponiendo el debate "no sólo para medidas parciales sino para que se discuta en torno al conjunto del Plan de Convergencia". "El Gobierno ha dejado claro que para España es un imperativo estar incorporada en el núcleo de países que cumplan el plan de convergencia, un núcleo duro, en torno al cual se va a configurar la Europa del siglo XXV, señaló el ministro de Industria.