Aprobada, con fuerte oposición de los minoritarios, la OPA de Banesto sobre el 100% de la cementera Sanson
La junta de accionistas de La Auxiliar de la Construcción (Sanson) celebrada ayer se convirtió en una batalla dialéctica de más de tres horas de duración entre los accionistas minoritarios y los representantes del socio mayoritario, Banesto. Los minoritarios se opusieron en la junta a la oferta pública de adquisición de acciones (OPA) que prepara el banco sobre el 100% de la cementera para sacarla de Bolsa. La Comisión de Valores debe pronunciarse en los próximos días sobre esta OPA. La propuesta de OPA de exclusión presentada por Banesto fue aprobada sólo con los votos del banco.En los últimos días, Banesto ha ido incrementando su paquete en la cementera, y asistió a la junta con la representación del 78,9% del capital.
Un total de 22 accionistas utilizaron sus derechos de voto y los de sus representados para votar ayer contra la OPA, lo que resulta poco frecuente en este tipo de actos. Banesto pretende, a través de su Corporación Industrial, pagar un precio de 10.000 pesetas por acción, valorando la sociedad en 30.300 millones. Esta oferta supera el precio de 7.600 pesetas que marcó la Bolsa el día anterior de anunciarse la OPA, pero queda por debajo del máximo del año, alcanzado en enero: 11.500 pesetas.
El presidente de Sanson, Ramón Guardans, defendió la OPA y dijo que obedece a la necesidad de un plan de reorganización en Sanson "que exigirá fuertes inversiones y recortar el dividendo" en el futuro. En parecidos términos se manifestó el consejero delegado, Salvador Salort. Salort dijo que la OPA pretende "cerrar el paso a un posible socio hostil". Numerosos accionistas rechazaron estas apreciaciones y afirmaron que Banesto quiere tomar el control total de la sociedad para venderla. Salort negó estas acusaciones: "No hay negociaciones ni intenciones de vender el grupo cementero". Dentro de este plan, Sanson pagará a Banesto 20.500 millones por el 50% de Portland Iberia.
Sanson ganó 4.156 millones en 1991, un 11,5% menos que en 1990. Esta caída se debe al abaratamiento de los precios por la presión de las importaciones.
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