Mendoza: "Si no ganamos la Liga, estaremos muertos"

Leo Beenhakker, el entrenador del Real Madrid, anunció ayer que su equipo apostará por el fútbol ofensivo en el último partido de la Liga, ante el Tenerife, mañana (Canal +, 19.00 horas), en el estadio Heliodoro Rodríguez. El técnico holandés hizo gala de un excelente humor en su última comparecencia ante los medios informativos, algo inhabitual en él. Por su parte, Ramón Mendoza, el presidente, fue tajante: "El equipo se va a dejar los huevos. Si no ganamos, estaremos muertos". Fernando Hierro, que sufrió el jueves un fuerte golpe en un tobillo, está recuperado y podrá jugar. Ayer también se confirmó la presencia en la alineación titular de Alfonso.

El entrenador del Madrid va a poner en práctica el fútbol ofensivo que prometió a los aficionados. Los madridistas no tienen más remedio que jugárselo todo a una victoria para conseguir el título de la Liga. Necesitan los dos puntos. "Va a ser un partido caliente. Vamos a jugar al ataque y el Tenerife, probablemente, también, como es su costumbre. Por eso, es un partido abierto, en el que habrá emoción garantizada", vaticinó Beenhakker.En el vestuario madridista se respira una calma tensa. "Estamos preparados para ganar", proclamó Beenhakker, quien en los últimos días ha trabajado con sus jugadores no sólo en el aspecto táctico y físico, sino también en el psicológico. "No se nos pasa por la cabeza perder", apostilló. El técnico del Madrid tiene miedo de que sus jugadores salgan excesivamente motivados al terreno y se arriesguen demasiado a causa de los nervios: "Con prisas no iremos a ningún lado"."El traspié, gravísimo"

El presidente del Madrid, Mendoza, visitó ayer la ciudad deportiva, como suele hacer en las horas previas a los partidos decisivos. En esta ocasión, no restó importancia al partido de Tenerife. "Sería gravísimo perder", dijo Mendoza visiblemente preocupado. El dirigente reveló que son los jugadores los que le tienen que dar ánimos cuando se le preguntó si había visitado el vestuario para mejorar la moral de la plantilla.

Mendoza, que nunca ha ocultado las aspiraciones europeas de su equipo, señaló ayer, ante la asignatura pendiente del conjunto madridista, que pasa por ganar el título de la Liga: "Ojalá hubiéramos jugado la Copa de Europa para habernos enfrentado al Sampdoria". El presidente no quiso aventurar ningún pronóstico para el encuentro de mañana: "Puede pasar de todo". Pero advirtió: "Si no ganamos, hemos muerto".

Beenhakker, que, como es habitual en él, no facilitará la alineación titular hasta minutos antes del encuentro, introducirá dos cambios en el equipo con relación al del pasado domingo ante el Valencia (2-1). El rumano Hagi volverá al cuadro tras haber cumplido la sanción impuesta por el comité de competición de un partido y saldrá de él Luis Enrique. El gran sacrificado del Madrid va a ser Paco Llorente, el controvertido delantero, que será sustituido por Alfonso, cuya titularidad es reclamada constantemente por la mayoría de los aficionados.

Alfonso reconoció ayer que vive con un especial nerviosismo las horas previas a este partido: "He de admitir que me cuesta dormirme algo más de lo normal y que tengo el estómago un poco revuelto. Estoy muy mentalizado y motivado para este partido, pero hasta que Beenhakker facilite la lista no quiero hablar de ello".