Niños sin raíces
El Ayuntamiento deja de plantar un árbol por cada recién nacido
Un árbol, una vida. Así comenzó en 1990 una campaña que pretendía plantar un árbol y colocarle una placa con su nombre a cada uno de los 22.000 bebés que nacen cada año en Madrid. No funcionó. Los ediles no contaron con que a muchos comerciantes les desagradan las ramas que tapan sus locales y que algunos echan cal por la noche al retoño. Ni pensaron que a un vallecano le gusta que su hijo tenga un árbol en Vallecas, y no cerca de la Castellana, o viceversa. Además hubo errores de cálculo.
Error básico: cada año nacen 22.000 madrileños y el Ayuntamiento sólo puede plantar 11.000 árboles, porque no dispone de más plantas ni de más calles tampoco. El primer año, el Ayuntamiento lo solucionó a medias: plantó 11.000 y a los otros 11.000 niños les adjudicó los 11.000 árboles plantados el año anterior.
Desde mayo, la concejal de Medio Ambiente, Esperanza Aguirre, determinó que los árboles se planten en los parques y que a los padres se les mande una carta donde se les invita a recoger un madroño en el parque del Retiro, preguntándole que si concocen algún sitio en su barrio donde poder colocarle un árbol y una placa a su hijo.
La carta aún no se ha enviado a ningún padre, porque el proyecto está en estudio, pero lo que si garantizará el Ayuntamiento sera un madroño para cada nuevo padre, que tendrá que recoger en el parque del Retiro.
Lo que sea
Un técnico del área del Medio Ambiente asegura que cuando se modifique la actual normativa que prohibe plantar árboles en las calles con una anchura inferior a los dos metros y medio, se podra incrementarla vocación de plantar más arboles. "Pero hasta entonces nos vemos muy limitados". Sin embargo, en lugares de reciente inaugaración como el parque del Olivar de la Hinojosa, en el Campo de las Naciones, no se ve una sola placa con el nombre de un niño, aunque hay plantados tantos árboles.
El técnico se queja también de que en las juntas municipales se han inicado muchas obras por Gas Natural, el Canal de Isabel II, o Unión Fenosa, que arrancaban las placas y los árboles sin que Medio Ambiente pudiera impedirlo, puesto que no le informaban.
"La campaña que ha desaparecido sin que nadie sepa cómo ha sido". Así calificó el portavoz de Izquierda Unida lo de "Un árbol, una vida". Para argumentarlo, Francisco Herrera es tajante: "aquello ha fracasado por la dejación de este Ayuntamiento".
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