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LA HUELGA GENERAL

El cumplimiento de los servicios mínimos garantizó el transporte urbano

La media jornada de huelga en el transporte se desarrolló, en general, sin incidentes graves y en algunos casos, como en el metro y los autobuses de Madrid, con mínimos por encima de lo previsto. Hubo cargas policiales en la estación madrileña de Atocha y ante las cocheras municipales de Málaga y Valencia. En Barcelona, la manipulación de material de Renfe en los depósitos de San Andrés y Hospitalet, dejó a la ciudad casi sin trenes entre las cinco de la madrugada y las siete de la mañana.

Como consecuencia de la manipulación, en Barcelona, durante las primeras horas, funcionaron tan sólo 15 trenes de los 51 previstos. En Asturias y Valencia se registraron también incidentes aislados en las vías y en Las Palmas de Gran Canaria, la Delegación de Gobierno denunció el incumplimento de los mínimos previstos. La carga policial en la estación de Atocha, donde durante toda la mañana hubo una fuerte presencia policial, terminó con algunos contusionados. Posteriormente, se produjo un conato de incidente en la cafetería Brief de la estación, cuando integrantes del mismo piquete instaron al encargado, José Luis Martín Cabrera, y a los siete empleados del establecimiento a cerrar el local, que permaneció abierto durante toda la mañana.

También hubo cargas policiales en Málaga, ante las cocheras de autobuses públicos (no hubo heridos) y en Valencia, con ocho contusionados entre los participantes de un piquete que trataba de impedir la salida de autobuses. La presencia policial y de empleados de seguridad se dejó notar en prácticamente todas las estaciones de Madrid.

En la capital de España se cumplieron holgadamente los servicios mínimos previstos. Los trenes de cercanías funcionaron al 40% entre las 6 y las 9 de mañana y al 25% entre las nueve y las doce. El índice de ocupación, especialmente entre las 6 y las 9 de la mañana, fue bajo, situándose en torno al 20%. En las líneas C-8 (Chamartín-Villalba) y C-4 (Atocha-Parla) hubo algunos incidentes como el bloqueo de señales y el accionamiento de alarmas. Renfe, que anuló 42 trenes de largo recorrido, cifró en un 43% el seguimiento de la huelga entre su personal.

En el metro madrileño, los servicios mínimos previstos (el 40%) se cumplieron por encima de lo previsto. Con una ocupación muy baja, a las 8 de la mañana, frente a los 64 trenes previstos, estaban en circulación 96. Apenas una hora después, funcionaba el 80% de los convoyes.

Ocupación escasa

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En la Empresa Municipal de Transportes (EMT), cuyos trabajadores habían rechazado en asamblea secundar los paros, sucedió prácticamente lo mismo que en el metro. A las 8 de la mañana, frente a una previsión de 285 autobuses, funcionaban 310. A lo largo de la mañana se incorporaron nuevas unidades. La ocupación, especialmente en algunas líneas, fue muy escasa. Según portavoces de la empresa, alrededor de una treintena de autobuses resultaron dañados a lo largo de la mañana por la acción de incontrolados, sin que se registraran heridos. La tónica habitual de los transportes aéreos fue la del cumplimiento de los mínimos y la ocasional suspensión -como un puente aéreo- ante la escasa o nula de presencia de pasajeros.

En Barajas no se precisó cuáles de las 19 cancelaciones habidas sobre las 103 llegadas o salidas programadas tenían por causa la huelga. El día anterior se cancelaron 13 de los 190 en idéntico periodo. El nivel de ocupación en Iberia fue de un 30% (40% según la empresa). En ocasiones, los aviones no llegaban -caso de un vuelo desde Valencia a las siete, Palma de Mallorca a las 7.25 horas y 8.10-, o aterrizaban con escaso o nulo pasaje.

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