Una jornada traicionera
La sexta etapa del Giro de Italia presenta los primeros perfiles montañosos, aunque limitados al último tercio de la jornada, entre el kilómetro 150 y el 200. Serán 50 kilómetros de especial dureza porque las piernas de los corredores están habituadas al golpe de pedal del llano y porque en el recorrido se ascienden tres puertos de montaña, de 1ª, 2ª y 3ª categoría. Todos los participantes en la etapa corren el peligro de sufrir un mal momento. Es una jornada traicionera.
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