Entre la apariencia y la esperanza
La reducción de los precios en el mes de abril, no ha tenido la misma acogida entre los distintos sectores sociales. La ministra portavoz del Gobierno, Rosa Conde, hizo "una valoración muy positiva de la caída de la inflación". En su opinión, el recorte es "especialmente relevante" porque se ha producido en abril, mes en el que tradicionalmente suben los precios. Las centrales sindicales, por su parte, criticaron la tendencia a "mitificar" o a "sacralizar" las cifras y la patronal CEOE señaló que "se abre una puerta a la esperanza". En un comunicado, Comisiones Obreras reseñó que elIPC co . rreápondiente a abril "tiene una importante inconsistencia, ya que sólo está basada en la alimentación". CC OO subraya que "se ha propagado un excesiva mitificación de la inflación que lleva a tratar obsesivamente este apartado distrayendo la atención de otros problemas que por relevancia son más importantes".UGT, por su parte, mantiene que el IPC de abril es insuficiente para cumplir las previsiones económicas tras decir que es "aparentemente positivo". UGT destaca que lo único que ha caído es la alimentación, mientras el resto de componentes experimentan subidas. El secretario general de este sindicato, Nicolás Redondo, señaló, en Santa Cruz de Tenerife, que la evolución era positiva, pero añadió: "no creo que se consiga alcanzar la previsión del propio Gobierno".
Disciplina en el gasto
Para la patronal CEOE, el -0,1% de abril "abre esperanzas de que se pueda cumplir con ese objetivo del 5%", según manifestó el director de Economía, José Folgado. Reconoce que, con la excepción señalada de la alimentación, el resto de componentes de la cesta de la inflación "siguen una velocidad de crucero totalmente homologada a los periodos anteriores". Elportavoz de la CEOE añadió que "no tiene que cambiar nada por esa cifra, hay que aplicar los objetivos contenidos en el propio programa de convergencia, en el doble frente de disciplinar las cifras de gasto y déficit público, lo que es absolutamente indispensable para compaginar más estabilidad de precios y más crecimiento económico, así como elevar la flexibilidad de los mercados".
Según el servicio de estudios del BBV, "resulta prematuro esperar un cambio en la política monetaria del Banco de España, máxime ante la negativa evolución del déficit público y las elevadas necesidades de financiación del Estado.
