Polémica sobre los elevados gastos de la Copa del América
Bill Koch, patrón del America 3, uno de los finalistas de la Copa del América de vela, considera que los elevados gastos que exige la competición son "absurdos, obscenos y ofensivos", por lo que ha efectuado un informe que propone la reducción de los mismos en próximas ediciones. La idea no ha sentado bien a alguno de sus rivales. Raul Gardini, el dueño del Il Moro di Venezia, el otro finalista, se opone a cualquier limitación. De la misma opinión es Dennis Conner, uno de los grandes vencedores de la prueba. "Este es un deporte de ricos" comentó sin inmutarse.
El America 3 ha invertido 65 millones de dólares (unos 7.000 millones de pesetas) en la Copa del América, de los que 60 proceden del bolsilo de Bill Koch o de empresas y fundaciones por él controladas. Los gastos de espionaje son, asimismo, elevadísimos. El propio Koch confesó que había dedicado unos 2 millones de dólares (unos 210 millones de pesetas) en helicópteros. El italiano Raul Gardini tampoco reparó en gastos para preparar su asalto a la más prestigiosa competición de vela del mundo: 12.000 millones de pesetas, recogidos entre varios patrocinadores.Dennis Conner, patrón del Stars and Stripes, considera que la Copa del América es una competición única y con un carácter propio, por lo que cualquier limitación o cortapisa acabaría con ella. Otros nombres importantes de la prueba, como Chris Dickson o Marc Pajot, ve difícil un proyecto como el de Koch. "Nuestro próximo presupuesto es de 5.000 millones. No es posible limitar los gastos. La gente invertirá todo lo que tenga", comentó el francés Pajot.
Peter Gilmour, del Spirit of Australia, fue de los pocos que se manifestaron a favor de ciertos recortes presupuestarios: "Digamos unos 2.000 millones por participantes. De esta manera, muchos países podrían competir".
Koch reconoció que tiene el sentimiento de que sus bolsillos están llenos de agujeros. Propone ahora un plan de cinco puntos para reducir costos con vistas a la próxima regata, probablemente en 1995. Koch afirma que la normativa de la competición exige a los propietarios construir embarcaciones muy frágiles que son extremadamente caras. "Nuestro presupuesto de mantenimiento se ha disparado", afirmó, "rompemos algo cada día".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.