Un caballero
Emilio vive en la calle de la Reina Victoria. En un banco, en un portal o en la boca del metro. Cuida de cuatro perros: uno de ellos, una perra mestiza, se está muriendo. Pero Emilio lucha por salvarle la vida.La perra tiene seis años; cuando tenía meses cogió el moquillo y hace poco sus dueños la abandonaron. Tuvo suerte de encontrar a Emilio. Emilio le reza a san Francisco de Asís para que su perrita sane. Me gustaria creer en los milagros. Me encantaría pensar que algún día la perra andará, comerá y se moverá sin la ayuda de Emilio.
A Emilio le han dado siete palizas, pero él disculpa a sus agresores. "Es normal, señorita, no les gusta mi aspecto, estoy muy sucio y comprendo que les moleste".
Emilio es un caballero, habla con educación y tiene excelentes modales. No pide nada, pero acepta comida para sus cuatro amigos. En el barrio todo el mundo le conoce y los que se hayan detenido a hablar con él alguna vez seguro que le aprecian. Él no sabe quién es Matilde Fernández, ni creo que le importe. Pero a mí sí, y cuando veo a Emilio, y a tantos como él en la calle, en los albergues, en los comedores de las hermanitas de los pobres, me acuerdo de ella, y encuentro otro significado para las palabras prioridad e interés social: las subvenciones a la Asociación Colectivo Gay, a la Asociación Catalana de Brigadistas a Nicaragua, a la Asociación Pa'Ellas, al Texto Rural Bilingüe Intercultural Quechua-Castellano, a la Asociación de Mujeres Viva la Pepa, al Grupo de Mujeres Liberadas Sexuales, a la Sociedad Sexológica o para la creación del -Instituto Chileno para la Democracia Popular tienen prioridad sobre Cáritas o la Asociación de Víctimas del Terrorismo...
Y es que importa poco lo que queremos que se haga con nuestro dinero en Asuntos Sociales. Y es que importan poco las personas como Emilio. Aunque los abajo firmantes pensamos de otra manera. y 162 firmas más.
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