Delgado: "Ganar es lo importante"

Pedro Delgado, de 32 años, era uno de los máximos favoritos al principio de la Vuelta y, pasados dos tercios de carrera, aún sigue considerado como el principal rival por los siete que tienen opciones. Afronta la etapa de hoy a 1.34 minutos del jersey amarillo y de su tercera victoria en la ronda lo que supondría un récord.Pregunta. ¿Cómo piensa que se va a desarrollar la etapa?

Respuesta. Esta etapa nunca ha creado grandes diferencias entre los primeros. No es como la de Luz Ardiden, en la que antes de la subida final, había que ascender cuatro grandes puertos. A la escalada final se llega después de un recorrido casi llano y creo que todos los importantes estaremos allí, delante.

P. ¿Quién es su rival más peligroso?

R. Montoya. Va a ser difícil dejarle en Lagos y va muy bien contrarreloj.

P. ¿Cree que habrá muchos ataques?

R. Muchos no. Más bien los favoritos iremos en el mismo grupo todo el tiempo. El que esté menos fuerte se irá quedando y, al final, atacará alguno para llevarse la etapa.

P. ¿Cómo se crearán las diferencias?

R. Depende de si alguno sufre un desfallecimieno.

P. Montoya dice que no es hombre de pájaras.

R. Yo no digo que le dé una pájara, simplemente un desfallecimiento.

P. ¿Puede beneficiarle la lucha entre el Amaya y el Clas, los dos equipos más fuertes?

R. En cierto sentido, sí; si ataca uno, puedo quedarme con el otro, o irme con ellos. Pero, en la carretera, todo es mucho más complicado, puede haber ataques de otros corredores y hay que estar muy atento.

P. ¿Qué quería decir cuando afirmó que su mayor rival era el propio Delgado?

R. Simplemente que una prueba de tres semanas se gana gracias a la regularidad y que yo me considero sobre todo un corredor regular. Mi mayor temor es tener un desfallecimiento un día y perderlo todo.

P. Su táctica, ¿cuál será? ¿jugar a la contra?

R. ¿Cómo voy a ir a la contra si voy a estar solo arriba?

P. Entonces, ¿pillar la rueda buena?

R. Eso sí.

P. ¿No teme que le llamen chuparruedas?

R. Lo importante es ganar. No de cualquier forma, siempre de manera legítima.