Nuevo descalabro laborista en las municipales británicas
El Partido Laborista sufrió un nuevo descalabro en las elecciones municipales, celebradas el jueves en el Reino Unido. Aunque se mantienen como el principal partido a nivel local, gracias a que se trataba de una elección parcial, perdieron 364 concejalías. Los laboristas admitieron que se trataba de un serio revés, y culparon de su descenso a la escasa participación (en torno al 40%) y al desánimo de sus simpatizantes tras la inesperada derrota en las generales, del 9 de abril.
Los conservadores, en cambio, ganaron 308 ediles, los mejores que obtienen desde 1977. Michael Portillo, secretario, del Tesoro y una de las estrellas ascendentes en el Partido Conservador, calificó de "espectacular" el resultado electoral. Los candidatos conservadores consiguieron un 47% de los votos, frente al 32% de los laboristas y el 19% de los liberal-demócratas. Los tories no consiguieron, sin embargo, su principal objetivo: el ayuntamiento de Edimburgo. Los laboristas perdieron la mayoría absoluta en la capital escocesa, pero seguirán gobernándola con el apoyo de los liberal-demócratas. Las principales conquistas conservadoras fueron Cambridge, donde los laboristas solían ser hegemónicos, y la nueva ciudad de Milton Keynes, cerca de Londres.Los municipios de la capital británica no participaron en las elecciones, que afectaban sólo a un tercio de los municipios ingleses y galeses y a la totalidad de los escoceses. Irlanda del Norte quedó al margen. Liverpool y Birmingham fueron las principales ciudades inglesas en las que se renovaron los concejales. El Partido Laborista logré. conservar ambos ayuntamientos, pese a un fuerte descenso en sus Votos.
En el sureste inglés, la zona más rica y poblada del Reino Unido, el descenso laborista fue especialmente pronunciado. En Escocia fueron, como en las elecciones generales, el partido más votado, pero su único avance apreciable se produjo en la ciudad petrolera de Aberdeen.
Los liberal-demócratas de Paddy Ashdown dijeron sentirse satisfechos, ya que añadieron 61 concejales a su grupo de dirigentes locales, aunque no lograran la alcaldía en ninguna ciudad importante. "Cada vez está más claro que se acaban los tiempos del laborismo y llegan los nuestros", dijo Ashdown. "Los laboristas, intentan justificar su descenso con la supuesta desmoralización tras las elecciones generales; pero nosotros también fuimos derrotados entonces, y en cambio ahora hemos incrementado nuestro número de votos", señaló otro dirigente liberal-demócrata.
De acuerdo con los análisis conservadores, estas elecciones municipales han demostrado que el declive del laborismo es definitivo y que los británicos están firmemente anclados en la derecha. Bryan Gould, que compite con John Smith por suceder a Neil Kinnock en el liderazgo, laborista, restó importancia al resultado. "No tiene sentido que nos hundamos en el pesimismo", dijo.
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