Mitterrand afirma en Sevilla que Francia y España tienen la relacion mas armoniosa de su historia

I. C. La Expo inspira a cada ilustre visitante una reflexión algo grandilocuente, y François Mitterrand, el segundo jefe de Estado extranjero que la recorrió, no dudó ayer en asegurar que Francia "tiene con España la relación más armoniosa de la historia de los dos países". "No ha habido", afirmó al llegar a Sevilla, en un discurso improvisado, "ningún momento como éste de relaciones tan armoniosas, pese a lo difícil que es llevarse bien con los vecinos y con la gente a quien uno se encuentra a menudo".

Mitterrand recorrió ayer la Expo, en el Día Nacional de Francia, pero su visita quedó un poco ensombrecida por la tragedia del derrumbe de una tribuna del estadio de fútbol de Bastia (Córcega), justo antes de que se iniciase un partidó, en el que hubo al menos una decena de muertos. "Es un suceso tremendo que pone de luto a todo el país", afirmó el presidente antes de volar a Bastia para dar el pésame a las familias."El terrorismo", reconoció el huésped francés, creó hace años "muchos malentendidos", porque "se acusaba a Francia de no actuar con energía, y en otro muchos casos, de desidia". Desde entonces "hemos hecho todo lo posible para estrechar lazos ( ... ) con el Gobierno de Felipe González, y ( ... ) creo que podemos afirmar que llevamos ahora a cabo una política común".

Antes de que el alcalde de Sevilla, Alejandro Rojas Marcos, tomase la palabra para agradecerle su ayuda porque "la mayor parte de los muertos de ETA son andaluces", Mitterrand concluyó reiterando su compromiso, como lo hizo la víspera en Madrid, de continuar la colaboración policial y judicial con España: "No se puede aceptar ninguna debilidad en la lucha contra el terrorismo; cualesquiera que sean los motivos que lo inspiran, siempre hay otras formas de luchar por un ideal".

Después de la reflexión política, el presidente se animó a hacer comentarios más líricos. No dudó en comparar "la atrevida aventura de búsqueda de nuevas fronteras" emprendida por Cristóbal Colón hace 500 años con "el salto cualitativo" que los europeos se disponen a dar "en vísperas del siglo XXI" para construir su unión.Resonancias líricas

Desde la terraza del pabellón de España, pero con la vista puesta en el de Francia, las palabras de Mitterrand no tenían sólo una resonancia lírica. Cuando su país está sumido en un acalorado debate sobre la ratificación del Tratado de Maustricht, el presidente aprovechó una emisión televisiva en directo para hacer campaña.

"El salto cualitativo (hacia Europa): ése es el sentido profundo del esfuerzo que estamos desarrollando actualmente en Francia", afirmó Mitterrand mientras a su espalda ondeaba la bandera tricolor que a veces tapaban los geos de ronda por el tejado. "Hace falta que el tratado sea adoptado", concluyó sin revelar si para ello convocará un referéndum.

En su discurso desde la tribuna improvisada de la terraza, Mitterrand puso incluso a España como ejemplo de conversión a la fe europea. "Esta visita me provoca gran satisfacción, porque se siente aquí hasta qué punto este país quiere ser partícipe de la construcción de Europa", afirmó. Después estropeó un poco el piropo cuando dio a entender que la actitud española constituía "una magnífica prolongación de la política francesa". Su anfitrión en la Expo, el ministro Francisco Fernández Ordófiez, no se dio por enterado.