Fraga aspira a presidir la Asamblea de las Regiones europeas con apoyo de Pujol y Chaves

Manuel Fraga, presidente de la Xunta de Galicia, quiere dar una nueva dimensión a su imagen pública tomando como trampolín la Asamblea de las Regiones de Europa (ARE), a cuya presidencia optará dentro de dos meses cuando se elija al sustituto del italiano Carlo Bernini. Convertido en paladín del autonomismo con su idea de administración única, Fraga mantiene contactos con varios presidentes autonómicos ajenos al PP, como Jordi Pujol o Manuel Chaves.

La pertenencia del PP a una de las grandes familias europeas, la democristiana, concede a Fraga una baza de la que careció Pujol cuando en 1988 otro democristiano, el presidente de la región italiana del Veneto, Bernini, le cerró el paso a la presidencia de la ARE.La ARE es un organismo fundado en 1985, que agrupa a más de 160 regiones europeas del Este y del Oeste, y que trata de actuar como grupo de presión en las instituciones de la CE. Desde 1988, la ARE hace oír su voz ante la CE a través de un consejo consultivo.

Dirección de consenso

El fundador del PP se juega buena parte de sus posibilidades el próximo viernes en la reunión que el buró de la ARE celebrará en Cracovia (Polonia), la última antes de la asamblea que eligirá presidente, el 3 de julio. De esa reunión se pretende que salga una dirección de consenso para evitar la confrontación. Fraga ha peregrinado en los últimos meses por diferentes regiones europeas buscando el acuerdo sobre su candidatura y tratando de desvanecer reticencias de las corrientes más regionalistas, básicamente länder alemanes, cantones suizos y algunas regiones belgas y, en España, de los nacionalistas vascos y catalanes.En el plano político, incluso ha desarrollado la doctrina más avanzada con su reciente propuesta de Administración única, que prevé que las comunidades autónomas asuman la mayoría de las competencias de la, Administración central antes del año 2000. También ha apoyado que el Comité de las Regiones de la CE, creado en la cumbre de Maastrich, tenga exclusivamente representación regional y no compartida con los poderes locales, cuestión que el PP no tiene tan clara.

En las últimas semanas Fraga se ha entrevistado dos veces con Pujol -en Montpellier (Francia) y en Hannover (Alemanía)- y también ha conversado con Chaves. El presidente de Cataluña y el de Andalucía ocupan sendas vicepresidencias en la ARE.

Fuentes de la Generalitat aseguran que, pese a que Pujol no ha renunciado oficialmente a ser candidato, es seguro que "no tiene ninguna intención de concurrir". Las mismas fuentes aseguran que el líder de Convergéncia i Unió (CiU) ha utilizado sus contactos con los presidentes de los länder para ayudar a Fraga.

El caso de Chaves es diferente. El político andaluz se siente en deuda con el presidente de la Xunta que le facilitó su elección para la dirección del Consejo Consultivo de Colectividades Locales y Regionales, embrión del futuro Comité de las Regiones creado en Maastrich.

Fraga ya ha conseguido llevarse a Santiago de Compostela la asamblea de la ARE en la que se eligirá al presidente. A su favor juega el que no aparezca un candidato alternativo claro; contar con el apoyo de franceses e italianos; y que todas las propuestas de inspiración alemana no hayan fructificado.

[Mientras, el presidente del Grupo Popular en el Senado, Alberto Ruiz Gallardón, pidió ayer la eliminación del Ministerio de Asuntos Sociales, ya que, a su juicio, tras la firma del pacto autonómico todas sus competencias serán transmitidas a las autonomías. La ministra de ese departamento, Matilde Fernández, replicó: "Mientras haya un Gobierno socialista, ese ministerio se mantendrá"].