16.000 policías y soldados consiguen imponer la calma en las calles de Los ÁngeIes
Una relativa calma se impuso ayer en Los Ángeles gracias a una impresionante manifestación de fuerza realizada por cerca de 10.000 policías y 6.000 soldados de la Guardia Nacional, mientras, a pocos kilómetros del centro de la ciudad 1.500 marines y 3.000 soldados del Ejército esperaban órdenes para sumarse a las labores de restablecimiento de la normalidad. El presidente George Bush, en un mensaje a la nación, declaró que empleará "toda la fuerza necesario para restaurar el orden.
Durante la noche del viernes al sábado se produjeron actos de violencia aislados que elevaron a 44 el número de muertos -negros y latinos en su mayoría- en los disturbios desencadenados tras la absolución de los policías que apalearon a Rodney King en marzo de 1991.
En otras ciudades norteamericanas, como Nueva York, San Francisco, Atlanta y Las Vegas, también se produjeron incidentes de menor intensidad. La impresión generalizada es que los momentos más críticos han pasado.
No obstante, ninguna de las autoridades quiere bajar la guardia, y la población teme que en el momento en que se replieguen, las fuerzas de la Guardia Nacional, la policía sea incapaz de tomar en sus manos el control de la situación.
Bush prometió que el juicio del caso King será revisado por un tribunal federal.
Los disturbios, que se iniciaron en la noche del miércoles al jueves pasados, han sido los más destructivos, desde el punto de vista de los daños económicos, que ha conocido Estados Unidos en su historia reciente.
Páginas 2 a 4 y Domingo / 1 a 3
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