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Revoloteo de moscas en la Pascua negra

Crónica de hallazgos macabros, puñaladas,accidentes y drogas en sólo dos días

Ana Alfageme

Juan José Rubio Martínez, de 38 años, era, según sus vecinos, camarero de un bar de alterne de la zona de Capitán Haya: murió hace unos días. Su cuerpo fue hallado anteanoche con un tiro en el pecho y un golpe en la cabeza en su, piso del barrio de Tetuán, a los pies de la cama. Fueron las moscas, zumbando fuera y dentro de la casa, las que señalaron a este muerto. Porque en los dos primeros días de Pascua, entre hallazgos macabros, ajustes de cuentas, accidentes o disparos de enajenados, la tasa de muertos con violencia sumó seis personas, y tres heridos graves.

Juan José no tenía mucha relación con los vecinos -tres familias, un tapicero y un impresor del número 16 de la calle Amalia, en el distrito de Tetuán, en el que sólo hay cuatro viviendas. Había alquilado el 20 izquierda hace unos dos años. Con él vivían su mujer y dos niñas pequeñas. Pronto empezaron las disputas del matrimonio. "Un día la mujer se fue y se llevó todas sus cosas en una furgoneta", comenta la vecina de enfrente. Juan José se quedó solo. "Recibía a mucha gente, por la noche se oía trajinar", recordaba otra inqulina. Juan José era cortés, pero huraño, comentan todos, y últimamente no pagaba la renta ni los, recibos, dicen señalando el cajetín precintado de la luz.La vecina de abajo asegura que vio a Juan José la última vez hace unos 10 días, el Domingo ,de Ramos. 'Le vi llegar sobre las once de la mañana", relataba, "y les gritó a unos cuantos que estaban en su piso que le abrieran, que le habían dejado sin llaves".

Diez minutos después, la mujer oyó "unos golpes fuertes". Luego, asomada a la ventana, vio marcharse a un hombre de unos 25 a 30 años. "Se marchó corriendo, y miraba para atrás. Rompió la cerradura al salir. Luego se marcharon dos hombres y dos mujeres". La vecina asegura que después de aquello, en el piso de Juan José, animado por continuas visitas nocturnas, no se volvió a oír ni una mosca. Hasta que las moscas volvieron y permitieron a la policía, a las diez de la noche del lunes, descubrir el cadáver descompuesto. 'Lleva aquí más de una semana", comentó un agente. La poli cía agregó que el cadáver tenía un fuerte golpe en la cabeza. Y también un tiro en el pecho.

Ajuste de cuentas

Al mismo tiempo que los policías se enfrentaban a la nube de moscas que guardaba el cadáver del camarero, lejos de allí, en la Gran Vía, un guineano caía sobre el asfalto herido de bala. Suleimane Jabi, de 30 años, oriundo de Guinea Bissau, fue trasladado desde Gran Vía al hospital Clínico con un tiro en el abdomen. La versión policial atribuye el tiro a un ajuste de cuentas. Dos hombres discutieron con la víctima -que tenía antecedentes policiales- por un asunto de drogas. Uno de ellos sacó un pistola y le disparó.El hallazgo macabro de Tetuán y el herido de Gran Vía cerraban la crónica negra del lunes de Pascua -"vaya día", comentaban en el gabinete de prensa de la Jefatura Superior de Policía- La jornada empezó con un taxista apuñalado -el segundo ,en una semana- y siguió con un mayordomo empapado en sangre en una lujosa casa del barrio de Salamanca.

José Antonio Cifuentes, un taxista de 52 años, recibió tres cuchilladas en la madrugada del lunes. Ayer seguía grave, ingresado en el hospital La Paz, y la policía no había podido interrogarle para que reconociese a un sospechoso, un peruano de 28 años que ha pasado ya a disposición judicial.

¿Móvil sexual?

A Ángel Tavera, de 53 años, el mayordomo de un lujoso piso en la calle de Villanueva, le acuchilló alguien el fin de semana, según ha revelado la autopsia, el viernes o el sábado. Fue encontrado por la policía el lunes por la mañana, tumbado sobre un charco de sangre y vestido con vaqueros, con tres cuchilladas en el vientre. La policía sospecha de un móvil sexual. Esa tarde quedaría inaugurada con un peculiar asalto a la sede central del Insalud, en la calle de Alcalá: a las 13.30, un hombre muy alterado quiso colarse alegando que estaba muy enfermo. Dos guardias jurados le sujetaron. El hombre arrebató el arma a uno de ellos y disparó al otro en la cabeza, Francisco José García del Pozo.

La jornada de ayer también se tiñó de sangre. Dos muertos en accidente, dos toxicómanos y una mujer que amenazaba con tirarse al vacío en la Castellana. A las dos de la tarde, la moto que conducía Francisco Javier Dueñas Serrano por la calle del Arzobispo Morcillo se estrelló contra una farola. Francisco Javier murió y el paquete, Francisco H. V., tuvo que ser ingresado en el hospital La Paz. Dos horas después, un Mercedes arrolló a Jesús Golderos, de 42 años, cuendo cruzaba la calle de Sagasta. El coche ni siquiera se detuvo.

Isidoro Jiménez Díaz, de 29 años, fue hallado muerto por su hermano ayer a las 7.30 de la mañana en su casa de Fuenlabrada. En Parla apareció también un cadáver sin identificar, informa Luis F. Durán.

Además, una mujer de 29 años, María Luisa M. G., se subió a la terraza de un edificio de la Castellana amenazando con tirarse si no le recibía el fiscal general del Estado. La mujer estuvo dos horas allí a primera hora de la tarde, hasta que un bombero la retiró del borde.

El mayordomo, el motorista, el atropellado, el hombre del tiro en el pecho, todos estaban ayer allí, en el Instituto Anatómico Forense, donde el bisturí hace hablar a los muertos. "Debe deber la luna llena", dijo un familiar. Pero sólo hubo genuino plenilunio el Viernes de Pasión.

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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