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80 años con el fantasma del "Titanic"

La subasta aniversario de objetos del legendario transatlántico recauda 17 millones de pesetas

Enric González

Se hundió en el Atlántico hace 80 años, pero el Titanic sigue navegando en la imaginación de miles de personas. La Sociedad Británica del Titanic, por ejemplo, clausuró ayer su convención anual con más entusiasmo que nunca. Y la subasta de objetos del Titanic celebrada en Londres el día 14, aniversario del naufragio, recaudó 95.700 libras (unos 17 millones de pesetas), tres veces más de lo esperado por los tasa dores de Christie's. La localización del buque en el fondo marino, la espectacular apertura de sus cajas fuertes y la revisión oficial de las circunstancias del de sastre han marcado los hitos del creciente interés por el que fue el transatlántico más lujoso de todos los tiempos. Bob Pryor, un conductor ferroviario de Ramsgate (Kent), es secretario de honor de la Sociedad Británica del Titanic y uno de los principales eruditos en la materia. Dice saberse de memoria todo sobre el Titanic, desde el color de la moqueta de cada camarote hasta la lista de pasajeros del trágico viaje inaugural, que tuvo su fin al chocar con un iceberg a las 11.40 del 14 de abril de 1912. Pryor afirma que el Titanic mantiene su actualidad por "el poderoso simbolismo de su historia". "Representó una era dorada de confianza, poder y dinero, cuando el hombre era el dueño de todo", explica. "Esa seguridad se tambaleó con el naufragio, y desapareció con la I Guerra Mundial. El sistema de clases se extinguió. Hoy, no se puede concebir una situación como aquella: el barco hundiéndose, los caballeros acomodando a las mujeres en los botes y la orquesta tocando en el salón".Toda la fascinación del Titanic, orgullo de los astilleros de Belfast, el barco más seguro y elegante del mundo, y de aquella noche en que murieron 1.503 personas, se reflejó en la subasta de Christie's. La autora de una de las cartas en venta, remitida desde el Titanic, fue una de los 705 supervivientes. El martes, con 88 años, Eileen Schefer pujó por el la -sin éxito- a través de su hijo. Un coleccionista anónimo pagó 12 millones de pesetas por el artículo más valioso: una hoja arrancada del libro de registros de la sociedad de mensajes Marconi. "De: Titanic. A: Baltic. Naufragio requiere auxilio inmediato". Era una de las llamadas de socorro transmitidas por el telegrafista, que se hundió tratando de contactar con algún buque próximo.

Los barcos más cercanos eran el Birma (ruso) y el California (estadounidense). El capitán del California, Stanley Lord, fue acusado de desidia en la investigación posterior, según la cual el California estaba a sólo 10 millas náuticas del Titanic y que podía haber acudido al rescate. Lord, fallecido en 1962, vivió bajo el peso de esta acusación.

El Ministerio de Transportes británico reabrió el caso en 1990, y hace dos semanas dio parte de la razón a Lord: confir,mó que el California estaba a 20 millas, como dijo, el capitán en su día, y no a 10; que la radio del California no funcionaba; que el Titanic transmitía datos inexactos sobre su posición y, sobre todo, que nunca habría podido llegar a tiempo. Pero la segunda sentencia coincidió con la primera en que Lord "tuvo que ver" las bengalas de alarma del Titanic, y en vez de prestar auxilio se limitó a acostarse.

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