El rey de la República Norte

Las elecciones del 5 y 6 de abril en Italia han coronado a Umberto Bossi como el rey de la República Norte. Este casi recién llegado a la política ha sido el político más votado (e « n el sistema de preferencias) de Italia en las eleciones del 5 y 6 de abril. Estuvo cerca, incluso, de batir el récord histórico absoluto que estableciera en 1972 Giulio Andreotti. En ocho años ha elevado a su Liga del Norte al cuarto lugar en la clasificación política italiana, al segundo en el Norte y al primero en Milán.

Umberto Bossi un joven entrado en los 50 años, delgado, con aires de cantante -cuando era un veinteañero formó parte, con el nombre de Donato, de un conjunto musical-, ha fundamentado buena parte del éxito de su Liga del Norte en su lenguaje directo, popular, vulgar a veces y muy lejos de las finuras dialécticas que habla el palacio, la clase política que rige los destinos de Italia.Ese estilo directo y sin concesiones al adversario, faltón incluso -por ejemplo, para zanjar las especulaciones sobre su apoyo a Giulio Andreotti en la campaña electoral declaró: "Sólo tendrá mi voto cuando se le enderece la chepa"-, le ha sido de gran utilidad para conectar con la ciudadanía. Pocas ideas, pero claras. Y la primera de ellas, el federalismo como fórmula mágica para que cada región administre sus recursos y que la riqueza del Norte no se la quede Roma para malgastarla en el Sur.

De Bossi no se puede decir que tenga una gran cultura política. Nacido en un caserío de Cassano Maiano, junto a Varese, en el seno de una familia de agricultores que tras arruinarse debieron buscar trabajo en un fábrica textil.

Hizo un peritaje técnico por correspondencia, más que nada porque le gustaba la electrónica, fue vendedor a domicilio y llegó a tener un trabajo fijo como empleado en el Automóvil Club de Varese. Pero no le duró mucho, porque decidió estudiar medicina y se matriculó en la Universidad de Pavía. Costeó sus estudios a base de dar clases particulares a chavales de los institutos de Varese, lo que le supuso una preparación preciosa para cuan do le llegó la hora de entrar en política y participar en mítines: el ir directo al asunto y con claridad, como hacía con sus alumnos, fue la primera norma en su tosca oratoria. Prontó se casó, en 1976, y tuvo un hijo, lo cual agravó aún más su magra economía; le obligó a trabajar más y a frecuentar menos aún las aulas.

Decisivo encuentro casual

Su activismo oficial y público arranca de un encuentro fortuito en la Universidad con Bruno Salvador¡, fundador del partido autonomista del valle de Aosta, la Unión Valdotaine. Congenian e inician una amistad que llevará a Bossi a entregarse totalmente a las ideas federalistas. Organizó y subvencionó para Salvador¡., con sus escasas ganancias, el periódico Nord Ovest, con el que trata de difundir en Lombardía las ideas autonomistas.

Salvadori muere en accidente de tráfico en el verano del año siguiente, en 1980, lo que produce un fuerte impacto a Bossi. Abandona los estudios de medicina, al tiempo que se agravan sus problemas familiares y acaba separándose. Ha decidido volcar todos sus esfuerzos a crear un partido federalista para Lombardía.

El 12 de abril de 1984 nace oficialmente en Varese la entonces bautizada Liga Autonomista Lombarda. La sede de la dirección del movimiento es la propia casa de su nueva compañera, Manuela Marrone -hija de un emigrante siciliano-, que le ha dado otros dos hijos.

'Comunero' lombardo

Faltaba un símbolo y Bossi lo encuentra en la estatua levantada en Legnano al legendario guerrero medieval, Alberto de Giusano, una especie de comunero lombardo que en el siglo XII derrotó al centralismo del emperador Federico Barbarroja.

La tenacidad de Bossi y la aportación teórica de un hombre procedente de la Democracia Cristiana, Gianfranco Miglio, depuran el movimiento, que debuta en las elecciones de 1987 con el logro de un diputado y un senador, el propio Bossi.

Tres años después logra un inesperado y espectacular triunfo en las elecciones locales que aúpan a su Liga al segund9 lugar en Lombardía y al cuarto en las otras regiones del Norte. En el congreso de 1991 decide acabar con la estructura confederal que aglutinaba su formación con las organizadas en otras regiones septentrionales y crear la Liga del Norte, fuertemente centralizada y con vocación nacional..

Gran organizador, Bossi no conoce límites en su trabajo ni se los concede a nadie. Duerme poco, y si en la madrugada se le ocurre algo que consultar, no duda en despertar a sus colaboradores. Es extremadamente autoritario, hasta el punto de que su propia hermana Angela, casada ' con un disidente de la Liga, no ha dudado en calificarle de "dictadorcillo de tres al cuarto" en el diario milanés Corriere della Sera. "Se comporta como si fuese el emperador de la República del Norte", dice su cuñado.

Austero como pocos, es un abstemio que apenas come, no presta gran atención a su forma de vestir y vive en una muy humilde casa de Varese, a pesar del millón de pesetas limpias que, como senador, gana al mes. Bien es verdad que las tres cuartas partes de ese sueldo las entrega a la Liga. Tiene un gran sentido familiar. Esté donde esté de viaje, siempre procura: volver a su casa, aunque sea de madrugada. Sus ratos libres los dedica a su compañera y sus hijos.