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Entrevista:

"Nunca comí sopas de ajo"

Un meteoro disparado en vertical, días atrás, con Teresa Berganza en Carmen, en Madrid, volvió a pasmar.

Pregunta. ¿Cuándo se cantará ópera en una discoteca?

Respuesta. Espero que nunca.

P. ¿Entiende este mundo?

R. A veces, sólo.

P. ¿Ha habido algo mayor que María Callas?

R. Es un mito de la lírica del siglo.

P. ¿Qué le atraía de Onassis?

R. El espectáculo que arrastraba con ella.

P. Con Callas primero, con la Kennedy después, ¿Onassis aspiraba al poder, a la gloria o a la virilidad?

R. Al poder.

P. ¿La tecnología japonesa es ópera?

R. De ninguna manera.

P. ¿La carne de gallina de 'los otros es la amante de su voz?

R. Algo de eso hay.

P. ¿A su novio ha de gustarle la ópera?

R. Sí, es importantísimo.

P. ¿A qué semeja la fragilidad de su voz?

P. A la del ser.

P. ¿Su vida es el canto?

R. Completamente.

P. ¿Qué es la muerte?

R. No quiero pensar, la temo.

P. ¿Qué diferencia un autógrafo suyo y otro de Butragueño?

R. El sacrificio nos une.

P. ¿Cómo es su patriotismo?

R. Universal.

P. En España, el triunfo se paga. ¿Qué piensa dar?

R. Yo triunfo respecto a mí misma.

P. ¿Qué haría encerrada con Berganza y Caballé?

R. Algo musical con Berganza.P. ¿Qué le dicen las ojeras de Felipe González?

R. Que el pobre está muy cansado.

P. ¿Grabaría un disco con Raphael?

R. ¡Ay, Dios mío!, prefiero no contestar.

P. ¿Con la Pantoja qué grabaría?

R. Quizá menos, por ser mujer.

P. A mí me parece que Teresa Berganza es altanera, ¿y a usted?

R. A mí, maravillosa, fantástica.

P. Si adelgaza la Caballé, ¿será un milagro?

R. En estos tiempos todo es posible.

P. Frente a los divos, María Bayo es la chica amiga del pueblo: ¿lo admite?

R. Yo soy colega.

P. ¿Va de buena por la vida?

R. No.

P. ¿Qué satisface su coquetería?

R. A mí misma.

P. ¿Compró su picardía en una tienda?

R. No, nací.

P. ¿Por dinero se prostituirá algo?

R Espero que no.

P. ¿Cómo son las relaciones entre la ópera y el Rey?

R. Yo creo que a la Reina le gusta más.

P. Cuando triunfó en París, ¿le tiraron los tejos o le regalaron un libro o un buen vino?

R. Me regalaron los bravos.

P. ¿Sabe coger el punto a las sopas de ajo?

R. No comí nunca sopas de ajo.

P. ¿Qué guisa?

R. Espaguetis, judías verdes y cosas simples.

P. Si el obispo Setién le pide que cante en favor del arcipreste etarra encarcelado, ¿se confesaría tras la función?

R. No me confesaría.

P. ¿Por qué ahora, a medida que habla, es más guapa?

R. Dígalo usted.

P. ¿Qué música escucha Dios?

R. Clásica, creo.

P. ¿De qué viene su sencillez?

R. De familia.

P. ¿Su romanticismo quién lo riega?

R. La música.

P. Es terca, claro.

R. Sí, bastante.

P. ¿Merece la pena vivir por la música, el dinero y el sexo?

R. Sí.

P. ¿Le ha dicho algún desconocido cuando lee: "En vez de leer ese libro hable conmigo y aprenderá más"?

R. Todavía no.

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