A la espera

La Bolsa de Barcelona continuó ayer la línea bajista iniciada en la primera sesión de la semana. El cierre del trimestre en el parqué barcelonés se ha mantenido en los niveles de mediocridad con que se inició el año, con lo que la desorientación de los inversores y la indefinición e las tendencias han sido la nota dominante. La breve alza de Tokio y las oscilaciones de Nueva York no ayudaron a lograr la recuperación.Ante este panorama, al inversor sólo e queda la esperanza de que, como aseguran los análisis, vendrán tiempos meores, con una reactivación general de los mercados, en la segunda mitad del año. Aun confiando en esa buena nueva, el mercado se muestra cauto, a la prudente espera de los principales indicadores del primer trimestre, sin ánimo de tomar iniciativas arriesgadas.

El dato de inflación de marzo, los resultados de las empresas en estos primeros tres meses del mítico 1992 y la definitiva toma de tendencia de los mercados internacionales, sometidos de momento a más incertidumbres que certezas, son las tres piedras angulares que espera el inversor antes de arriesgarse a tomar decisiones que luego podrían revelarse precipitadas.