El hombre que ordenó matar a Yoyes

Pakito y María Dolores eran del mismo pueblo y se llevaban menos de seis meses. Ambos nacieron en Ordizia (Guipúzcoa), lo calidad del Gohierri, una de las comarcas cuna de ETA. Ambos compartieron comando en esa organización terrorista. Ella -María Dolores González Catarain, Yoyes- quiso reinsertarse tras dejar la lucha armada, pasar El -Francisco Múgica Garmendia, Artapalo- consideró que la generala de un Ejército no puede dejar el frente y ordenó su asesinato.Cuando tenía 32 años, dos pistoleros -José Antonio López Ruiz, Kubati, y José Miguel Latasa Guetaria, Fermín- se acercaron el 10 de septiembre de 1986 a Yoyes en Ordizia y le volaron la cabeza en presencia de su hijo, siguiendo órdenes directas de Artapalo.

Este crimen muestra la frialdad y aislamiento al que progresivamente llegó Múgica Garmendia, cada vez más solo al frente de la organización terrorista, donde accedió más por las detenciones ajenas que por las capacidades propias. Expertos de la lucha antiterrorista decían de él que era un desconocido incluso para los mismos militantes de la banda armada. Procedente de los comandos Bereziak (especiales) de ETA Político-militar, Múgica entró en ETAm con el consentimiento de Yoyes, pero ésta se alineó luego con las tesis más favorables a que la organización siguiese un camino más político.Múgica Garmendia, de 39 años, está procesado en al menos seis sumarios abiertos en la Audiencia Nacional, entre ellos el relativo al atentado contra la casa cuartel de Zaragoza, en el que fallecieron 11 personas.Pakito tenía el control absoluto de la organización desde la detención de José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, Josu Ternera, en 1989, y José Javier Zabaleta Elósegui, Baldo, un año después. Múgica Garmendia nació el 19 de noviembre de 1953 en Ordizia. En 1973, con apenas 20 años, iniciaba su actividad terrorista: un atentado contra dos guardias civiles en Mondragón. Su primera acción conocida había sido el robo de una multicopista del seminario de San Sebastián, en 1973. Aquel mismo año participó en las reuniones preparatorias del asesinato de Luis Carrero Blanco y pasó a Francia -en agosto-, donde solicitó asilo político en 1975.

Artapalo participó en el secuestro y asesinato del industrial Javier Ibarra en 1977. Ya se había abierto camino en la dirección de ETA tras la deportación de Antxon Etxebeste. Múgica escaló peldaños a medida que eran deportados los miembros de la cúpula. Los siguientes serían Txomin -luego muerto en Argel- y José Ramón Aramburu. Su camino se fue ligando al de la banda, hasta el punto de que el apodo por el que era públicamente conocido -Artapalo- fue la firma de la dirección colectiva de ETA cuando ésta aún existía.