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Iglesias, virtual concejal del PSOE, acusado por su esposa de malos tratos

Cástor Iglesias Sanzo, candidato socialista llamado a ocupar la primera concejalía que quede vacante en su grupo municipal, fue juzgado ayer en Madrid por presuntos malos tratos a su esposa, Concepción Merino Hernández. La esposa le acusó de haberla agredido "física y psíquicamente" durante sus tres años de matrimonio. El fiscal pidió la absolución "por falta de pruebas". Casados en segundas nupcias, Iglesias y Merino tienen un hijo de 18 meses y están en trámites de separación.

Iglesias fue presidente de los distritos de Retiro y Salamanca en el equipo de gobierno que presidió Juan Barranco. Actualmente es presidente de la agrupación socialista de Retiro. Iglesias ocupó el puesto 22º en la lista del PSOE de las pasadas elecciones, donde los socialistas obtuvieron 21 ediles. Ahora, el previsible paso del concejal Jorge Tinas a la empresa privada permitirá a Iglesias franquear la puerta de acceso al grupo socialista del Ayuntamiento de Madrid.En el juicio de faltas celebrado ayer en el Juzgado de Instrucción número 31 de Madrid, Merino (de unos 35 años de edad) aseguró que su marido la echó de casa el pasado 23 de febrero. Sus tres años de matrimonio fueron "un cautiverio". "Sufrí continuas agresiones psíquicas y físicas", confesó. El juez declaró impertinente una pregunta del abogado defensor, dirigida a la denunciante, relativa a la relevancia pública del denunciado.

Visiblemente nerviosa, Merino aseguró: "Me pegaba para que le dijese cosas que él quería oír. Un día me llenó el cuerpo de cardenales. Si miraba a alguien, se molestaba; todo era por celos infundados".

Según ella, huyó de casa incapaz de aguantar por más tiempo la situación familiar. Confesó que presentó la denuncia para evitar que su marido se quedara la custodia de los hijos por abandono de familia. Se lo aconsejaron su madre y la Asociación de Mujeres Maltratadas. Pocos días después de marcharse, regresó a casa; "pero no pude entrar porque él había cambiado la cerradura", dijo.

"No la eché de casa"

El ex concejal, con un tono pausado y tranquilo, negó haber maltratado a su esposa, "ni física ni psíquicamente". "Yo no la eché de casa, se fue ella. Todo esto se debe a una discusión motivada por injerencias de su familia", aclaró. Dos días antes [de la separación] discutimos por su aparente dejación en la educación de los niños. Ya entonces amenazó con coger la maleta...". Al casarse, cada uno de ellos aportó un hijo al matrimonio. Fruto de éste nació otro hijo, que ahora tiene 18 meses.Días antes del juicio, Iglesias envió a su esposa varios telegramas pidiéndole que retirase la denuncia. "Después de agredirme, solía llorar y pedía perdón", arguyó ella. Iglesias admitió haber cambiado la cerradura, pero lo hizo por miedo a que su suegro entrara en casa y "cumpliera sus amenazas de matarme", dijo. "Conviví 17 años con mi anterior mujer, de la que soy viudo, y nunca tuvimos ningún problema".

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"¿Por qué ha esperado usted tanto tiempo para presentar la denuncia, si las agresiones se han sucedido durante tres años?", inquirió el magistrado.

"Llamé a mi madre (no veía a mi familia desde que me casé) y se lo conté todo. Después acudí a la Asociación de Mujeres Maltratadas, y me aconsejaron denunciarlo.

Al termino del juicio, después de escuchar al fiscal pedir la absolución, Merino (que se presenté en el juzgado acompañada de sus padres, sin abogado) intentó entregar al juez un manuscrito en el que una empleada de hogar que convivió con el matrimonio corroboraba su denuncia. El juez le dijo que la vista estaba ya terminada.

La virtual presencia de Iglesias en el Ayuntamiento no es bien acogida por la mayoría del grupo socialista. El ex concejal promovió desde Retiro la candidatura de Fernando Morán a la alcaldía de Madrid para cortar el paso a Juan Barranco.

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