Iberia dice que la entrada de pájaros en un motor frustró el despegue de un avión

Varios pájaros se metieron en el motor del avión de Iberia que frenó su despegue en el aeropuerto de Barajas en la madrugada del jueves pasado, según fuentes de la compañía. Las aves hicieron que uno de los motores del Boeing 747, el más viejo de la flota de jumbos que posee la aerolínea, perdiese potencia, según los expertos. El director del aeropuerto, Fernando Mosquera, dudó de que se hubiera examinado ya el motor completamente y afirmó que es "raro" que en Barajas ocurran estos incidentes con aves.

A las 2.15 del Jueves, el piloto del Boeing 747 Calderón de la Barca detectó el fallo de un motor cuando la aeronave aceleraba para alcanzar la velocidad de despegue. Una vez recorridas las tres cuartas partes de la pista, unos 2.700 metros, el comandante Alcázar decidió anular la maniobra.El jumbo se paró justo al borde de la pista después de frenar durante unos 1.000 metros, según fuentes del aeropuerto. La mayoría de los 166 pasajeros evacuaron la aeronave por las rampas hinchables de emergencia.

Como consecuencia de la salida en tropel, dos mujeres sufrieron roturas vertebrales y tuvieron que ser urgentemente hospitalizadas. Otros ocho pasajeros resultaron con diversas contusiones.

Un portavoz de Iberia manifestó ayer que la succión de aves por el motor número uno, el más exterior a la izquierda del piloto, provocó la pérdida de potencia del ingenio. Según la compañía, este avión, dotado de cuatro motores, puede despegar sin riesgos fallando uno de ellos e incluso dos.

Deterioro del compresor

Pese a ello, el comandante decidió, "en uso de sus facultades" y con la intención de alcanzar los "niveles máximos de seguridad", suspender el despegue.

Cuando los pájaros entran en un motor provocan un deterioro de las condiciones de funcionamiento de una parte vital, compresor. En condiciones normales, esta pieza sirve para forzar el desplazamiento del desde una zona de baja presión, la entrada del motor, a la cámara del combustible.

Cuando se produce la "ingestión de pájaros", puede ocurrir que el flujo de aire se invierta, con lo que el motor deja de producir empuje y potencia y genera una onda de choque. Es decir, un estampido.

El director del aeropuerto de Barajas, Fernando Mosquera, aseguró ayer tarde que Iberia no le había comunicado las causas del fallo del motor del jumbo y expresó sus dudas sobre si el aparato había sido examinado ya. "Normalmente, la revisión de un motor lleva de tres a cuatro días", afirmó.

Por otra parte, se mostró extrañado de que la ingestión de aves fuese la causa de la avería del jumbo.

"Barajas está considerado un aeropuerto de bajo riesgo en este tipo de incidentes con aves y además posee halcones amaestrados que mantienen libres las pistas de pájaros". Mosquera dijo también que en el último año y medio no había ocurrido nunca una ingestión de aves en Barajas.

Horas extrañas

"La penetración de aves en el motor se da más frecuentemente en el aire, no en tierra. Además, los pájaros suelen salir al amanecer y al atardecer y no a las dos de la madrugada, que es cuando ocurrió el fallo en el despegue", añadió Mosquera.

El Calderón de la Barca, con 19 años de servicio, es el Boeing 747 más viejo que tiene la compañía, entre la flota de siete jumbos de este tipo que posee.

Este hecho fue minimizado ayer por Iberia, que dijo que los aparatos "no se jubilan por el tiempo que lleven en funcionamiento, sino porque hay tecnologías más modernas y, por lo tanto, más recomendables".

"Esta aeronave, como el resto de los jumbos, tiene un mantenimiento perfecto, en los hangares de La Muñoza, en Barajas, donde otras compañías europeas revisan también sus aparatos", comentó el portavoz.