La familia de Guillermo pensó en la seguridad al elegir la ubicación de las localidades

María Pilar Lázaro, madre del joven Guillermo Alfonso Lázaro, manifestó ayer a EL PAÍS que su familia -su esposo, Joaquín; sus hijos, Guillermo e Ignacio, de 13 y 10 años, respectivamente, y ella misma- pensó expresamente en la seguridad al elegir la ubicación de las cuatro localidades de anfiteatro para presenciar el partido Español-Cádiz. "Creíamos que era el lugar del estadio donde podíamos estar más seguros", explicó María Pilar.

"Normalmente acostumbramos a pasar los fines de semana fuera de la ciudad. Pero al coincidir con las elecciones, pensamos que era una buena ocasión para ir a votar por la mañana y acudir a algún espectáculo por la tarde. Optamos por el partido de fútbol porque los críos no habían visto ninguno en directo".La madre del joven fallecido en el estadio de Sarrià indicó que tanto ella como su marido tenían cierto temor a las acciones de los aficionados más radicales, los brigadas blanquiazules, y que precisamente habían insistido a sus hijos en que si veían a algunos jóvenes con atuendos especiales y actitudes agresivas, "ni se juntaran con ellos, ni se rieran de ellos, que los ignorasen".

"Fuimos a comprar las entradas el día anterior, precisamente para tener alguna localidad donde no hubiera peligro de incidentes", aseveró. El anfiteatro donde se ubicaron -grada superior de la tribuna antigua, donde está situado el palco presidencial- es probablemente la zona menos conflictiva del estadio de Sarrià, al igual que la tribuna nueva de donde partió la mortífera bengala.

Acciones legales

La familia de Guillermo recibió ayer la visita del presidente de la Federación Española de Fútbol, Ángel Villar, el presidente del Español, Julio Pardo, y del máximo dirigente de la Federación Catalana de Fútbol, Antoni Pujol. El padre de la víctima, Joaquín Alfonso Zapatero, declaró tras la visita que confía en la accción de la justicia. "Ahora sólo espero que se aplique la justicia".

La familia todavía no ha iniciado acciones legales por la muerte de su hijo. "Por el momento, queremos dejar que pase el mal trago, aunque sabemos que jamás lo vamos a superar del todo. Pero en cuanto al tema legal, no entendemos nada y no sabemos cómo vamos a actuar. No tenemos las cosas claras ni qué teclas debemos tocar", indicó María Pilar.

Ignacio no acudió ayer a la escuela, la misma a la que iba su hermano Guillermo, las Escuelas Pías de la ronda de San Pablo de Barcelona. "Espero que en la escuela mentalicen a los niños", comentó la madre de Guillermo. "Ahora mismo todavía no me lo puedo creer, es un hecho tan cruel", añadió. "Lo estamos superando; mejor dicho, lo estamos pasando como buenamente podemos. En algunos momentos estamos más enteros, en otros nos hundimos".

Guillermo cursaba octavo de EGB y, más que al fútbol, era un gran aficionado al baloncesto, deporte que practicaba en su colegio. María Pilar, que trabaja como administrativa, coincidía ayer plenamente con la opinión expresada por su marido, Joaquín, que trabaja como agente de la propiedad: "Hacer frente a la prensa en estos momentos es muy duro, hacer frente a la vida misma es muy duro. Pero si de algo sirve que se haga pública esta historia, esperamos que sea para que no se vuelvan a repetir este tipo de hechos".

Para hoy está previsto el entierro de Guillermo. Sus padres tienen decidido realizarlo en la más estricta intimidad.