Segunda derrota consecutiva del partido del Gobierno en Japón

El Partido Liberal Demócrata (PLD), en el Gobierno de Japón desde 1955, sufrió ayer la segunda derrota consecutiva en unas elecciones parciales al Senado. El fracaso encajado por su candidato en la provincia arrocera de Miyagi confirma el difícil momento de los liberales, cuyos dirigentes temen una rebelión de su electorado tradicional en las elecciones generales de julio. El primer ministro, Kiichi Miyazawa, cuya popularidad baja por momentos, es considerado por algunos dirigentes de su partido como el principal responsable de este nuevo descalabro. El crédito político de los liberales se acaba entre escándalos e indicios de grave corrupción.Noburo Onodera, de 61 años, del PLD, perdió el escaño en juego frente al candidato de la oposición y de la Confederación Sindical (Rengo), Koki Hagino, por 396.171 contra 396.298. El candidato comunista logró 67.111 votos. Cuando se llevaba escrutado el 60% de los votos, Onodera aventajaba a su rival por 25.000 sufragios.

Kenzo Uchida, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Tokai, subrayó que si el PLD perdía en Miyagi, o incluso si su candidato era elegido, la situación general desfavorable para el partido no cambiaría. Sin embargo, la derrota de Onodera, segunda del partido en el poder después de la registrada en la provincia de Nara el mes pasado, ha supuesto un fuerte revés sociológico con vistas a los comicios del verano. El júbilo de los ganadores, con gritos de "¡Banzai!" "¡Banzai!", demostraba ayer que la oposición confía en modificar a su favor, en un futuro próximo, la correlación de fuerzas políticas en Japón.

Provincia de campesinos

Los sondeos de opinión habían indicado la víspera un empate en las preferencias de los votantes de esta provincia de campesinos, en la que el presidente del Gobierno empeñó su palabra en la defensa del mercado nacional del arroz, un tema que se discute en el marco de las conversaciones GATT (Acuerdo sobre Comercio y Aranceles). "Hemos dejado claro que no aceptaremos tarifas", aseguró Miyazawa en una rueda de prensa celebrada en Miyagi, adonde se desplazó a pesar de la tenaz oposición de los responsables del partido en esa provincia.El jefe de Gobierno nipón y su ministro de Exteriores, Michio Watanabe, habían apuntado a principios de año que Japón quizá tendría que aceptar la apertura del mercado del arroz y los aranceles ante la presión de la Ronda Uruguay. Entre, los agricultores cundió la alarma y también entre los liberales cuando los arroceros protestaron una postura oficial considerada como entreguista.

El primer ministro, cuando decidió bajar a la arena en Miyagi y prometer que no levantará las barreras al grano importado, era consciente de que en esta consulta se jugaba algo más que un escaño en el Senado. En el PL se percibe la sensación de crisis.