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Estudiantes se clasifica para los cuartos de final

Estudiantes ha logrado su primer éxito de la temporada cuando todos a su alrededor hablan de crisis. El equipo colegial, que venía de perder en la liga ACB con el Caja San Fernando, ya esta matemáticamente clasificado para el play off de cuartos de final de la Liga Europea. Y por méritos propios, puesto que el Joventut perdió su partido con el Bayer Leverkusen y los árbitros no parecen partidarios de una final de claro color español.Estudiantes fue más inteligente que el Partizan, y por eso ganó. Pero durante muchos minutos dio una nada agradable sensación de cansacio. Los 31 años de Pinone le aconsejan visitar de cuando en cuando el banquillo; la constante responsabilidad hace que Herreros y Orenga jueguen con presión extra; Azofra sufre en ocasiones un stress producto de su tremenda aceleración y, finalmente, Winslow necesita tiempo para recuperarse de las huellas de sus defensores. Cada partido es una batalla. Y es difícil que un equipo de baloncesto, basado en cinco jugadores, aguante a gran ritmo dos competiciones que son dos autenticas guerras.

Los comienzos de ambas partes fueron vitales para Estudiantes. Con el cinco inicial fresco, todo funciona. Una buena defensa individual, agresiva con los tiradores y de anticipación en la zona, propicia robos de balón. Los contraataques de los hombres de Miguel Ángel Martín se producen de forma natural. Las canastas fáciles y la desesperación yugoslava llegaron de la mano.

Pero en la primera mitad de Estudiantes fallaron Herreros (2 puntos, 1 de 6 en tiros de campo) y los tiros libres (9 de 14). Mientras, en el Partizan acertaban Koprivica (6 de 6 en sus lanzamientos) y los lanzadores de triples (4 de 9). El equipo madrileño acabó perdiendo 33-38.

En la segunda, el cerebro de Pinone y las manos de Winslow se adueñaron de la situación. Un parcial inicial de 14-2 colocaba las cosas en su sitio: 49-40 a falta de 15 minutos. El equipo dirigido por Obradovic, que jugó a partir de entonces contra el reloj, contempló horrorizado como sus dos mejores hombres, Danilovic y Koprivica, solo marcaban en el segundo periodo siete miserables puntos. La última pájara estudiantil, que tuvo su momento más delicado a falta de 15 décimas de segundo con un 7270, sólo sirvió para darle al partido esa emoción con la que tanto parece disfrutar Estudiantes.

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