Un estudio técnico aconseja desalojar por aluminosis una casa con 19 familias

Un informe elaborado por una empresa de control de calidad de la construcción y encargado por los vecinos del edificio de la calle de Juan Gayarre, 8, en el distrito de Retiro, ha concluido que existe "aluminosis terminal" en dos pilares analizados de los siete del inmueble, de seis plantas. Esta conclusión fue comunicada por el arquitecto responsable de la obra en una reunión de urgencia de la comunidad de propietarios celebrada el martes por la noche, según los vecinos. El arquitecto, Antonio Martín Escudero, les dijo: "Si yo fuera vecino de esta casa, me iría ahora mismo".

Uno de los pilares del edificio, construido en parte en 1947, reventó el pasado mes de agosto. Fue en el primero derecha, en la casa de Felipe Paz. El pilar se dobló y saltaron los cascotes. Los hierros combados quedaron al aire. Entonces acudieron los bomberos y apearon (reforzaron) la estructura a su paso por todas las vivendas del ala derecha del edificio. Edificación Deficiente del Ayuntamiento de Madrid ordenó que los 19 propietarios encargasen un estudio sobre la patología del edificio y nombrasen un arquitecto director de obra, según confirmó ayer el responsable de este departamento, Fernando Macías.El dictamen del arquitecto y los análisis de la empresa de control de calidad de la construcción Tecnos fueron comunicados el martes a los vecinos, como relataba ayer el presidente de la comunidad de propietarios, Juan José Ruiz Tapiador. El arquitecto les dijo que los dos pilares analizados estaban afectados de aluminosis terminal. Se llama aluminosis al deterioro prematuro, por la humedad y el calor, del cemento aluminoso, que se empleó en los edificios construídos entre los años 1950 y 1970.

Inspección urgente

La reunión provocó que se marchasen la mayoría de las 19 familias, salvo cinco que se quedaron bajo su responsabilidad. Los vecinos llamaron también en la noche del martes a los bomberos y al servicio de guardia de Edificación Deficiente. "La inspección visual no alertó sobre el desalojo inmediato de la casa", manifestó ayer Macías.

Según el arquitecto director de obra, hay que reforzar los siete pilares dé la casa y analizar los forjados, las viguetas y la cimentación en 48 horas. Operarios de Tecnos ya trabajaban ayer, mientras los vecinos iban y venían a recoger cosas de sus pisos. "Me voy, por que aprecio mucho mi vida", comentaba un hombre carga do de paquetes a otro vecino. "Pues yo me quedo", respon día el segundo. Algunos de los que se quedaban esperaban una orden de desalojo del Ayuntamiento. "Nosotros, por ley, no podemos desalojar a nadie, es competencia del arquitecto responsable del estudio", señalaba ayer Fernando Macias. Una reunión celebrada en la tarde de ayer acordó esperar a que se completen los dictámenes. Según el presidente de la comunidad de propietarios, el arquitecto amenazó con dimitir si el desalojo no se hacía efectivo. EL PAÍS intentó ayer hablar, sin éxito, con técnicos de Tecnos y con el arquitecto responsable de la obra.

Otro edificio, el de Castellana, 200 está siendo estudiado por el Instituto Técnico de Materiales y Construcciones. Los resultados parciales indican que el 50% de las viguetas tiene cemento aluminoso. El informe se concluirá a mediados de marzo, según un portavoz.