_
_
_
_
ALBERTVILLE 92

El sueño de la italiana Deborah Compagnoni duró 24 horas

JUAN JOSÉ FERNÁNDEZ El sueño de Deborah Compagnoni duró sólo 24 horas. Después de su exhibición en el eslalon supergigante, su rodilla izquierda apenas resistió 100 metros en el gigante. En la cuarta puerta de la primera manga cayó y se rompió los ligamentos cruzados. Era su rótula sana. De la derecha había sido operada dos veces. La carrera de ayer, ganada por la sueca Pernilla Wiberg, acumuló situaciones insólitas. Además de las lesiones y las caídas, la suiza Vreni Scneider tuvo que abandonar al romper el bastón derecho, y no se dio la medalla de bronce porque la norteamericana Diann Roffe y la austríaca Anita Wachter, igualadas en el segundo puesto, obtuvieron sendas de plata.

La Bomba femenina también estalló ayer, pero en desgracia. Llevaba 17 segundos de eslaIon gigante. El responsable del equipo italiano, que la obligó hace tres años a correr descensos, puede estar satisfecho. Una caída le costó destrozarse la rodilla derecha y sufrir dos operaciones de ligamentos en Francia. Tras una recuperación de un año, empezaba a pisar el terreno de la élite que pudo haber pisado hace ya tiempo. Pero las lesiones pasan a veces facturas por pura simpatía.Deborah venía forzando excesivamente su otra rodilla por un gesto comprensible de defender la dañada en el pasado. Y se ha roto. Sus lágrimas de dolor, tumbada en la nieve, pueden quedar como uno de los documentos dramáticos de los Juegos. Ella, que el día anterior, como los grandes campeones que casi no dan importancia a los triunfos, apenas había dicho la frase tópica -"soy muy feliz"-, esta vez no podía esconder su decepción. Trasladada inmediatamente al hospital de Brides-lesBains, donde está la Villa Olímpica principal,. fue operada de urgencia. Su carrera queda ahora mucho más seriamente comprometida.

Compagnoni no fue la única eliminada. La austriaca Petra Kronberger, pese a que la primera manga había sido trazada por el entrenador austriaco, Georg TrinkI, se fue poco después de pasar la parte alta del recorrido. Llegó con un poco de retraso a una puerta que se tomaba de izquierda a derecha y chocó con la siguiente al no poder recuperar la línea. Está visto que estos Juegos son escasamente para la grandes figuras.

Antes que ella, de nuevo Carole Merle, la gran esperanza francesa, había cometido fallos en la zona intermedia y su porvenir hacia el podio parecía mucho más complicado que el día anterior en el supergigante hacia el oro. No logró éste y ayer sólo acabó la sexta, pues al cuarto mejor tiempo inicial sólo sumó el noveno en la continuación. Otra austríaca contrastada, Anita Wachter, la puso pronto en su sitio y fue la única de su país en el podio. Tercera en la primera manga, fue muy veloz en la segunda, aunque perdió varias veces la línea. Pero esquió muy plano, sin hacer saltar los esquíes, y así pudo resistir a la norteamericana Diann Roffe, que se la jugó literalmente, sobre todo en la segunda parte. Allí, en zonas de sombra y puertas más cerradas, especialmente una muy traicionera en el muro final, practicó un auténtico ejercicio de ataque a la desesperada que le salió bien. Hizo como sus dos compatriotas, Julie Parisien y Ewa Twardokens, y hubo un momento, justamente antes de las últimas salidas de Merle, Wachter, Wiberg y Maier, que el podio era para las tres estadounidenses.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_